Los hombres de Salim Abdelkader se impusieron al empuje local y los infortunios de las lesiones liderados por Riganti y un inspirado Luengas
Melilla Sport Capital cuajó un gran encuentro para deshacerse de un Río Duero Soria que lo intentó una y otra vez, pero no fue capaz de superar en los momentos clave del encuentro a los visitantes, liderados por Riganti en la dirección del juego y un Luengas en estado de gracia (1-3) (25-27, 25-20, 23-25, 29-31). Los sorianos no supieron cerrar un primer parcial en el que empezaron mejor que su rival, y aunque equilibraron el encuentro tras un accidentado segundo set, después se vieron siempre peleando contracorriente ante un equipo que mostró mucha solidez y fiabilidad.
Los hombres de Alberto Toribio salieron a la cancha de Los Pajaritos mostrando su carta de presentación, mucha intensidad, ritmo de partido y buen hacer, con el que iban a lograr tener controlado a su rival firmando un 12-8 que obligaba a los de la Ciudad Autónoma a solicitar tiempo muerto. Pese a todo, Soria seguía mostrándose superior, manteniendo su renta y sin dar pie a la reacción visitante. Poco a poco Melilla comenzó a meterse en el encuentro, logrando meterse en la pelea por el set en la recta final (22-20). Y en los compases decisivos el cuadro visitante fue superior, aprovechando un par de errores de recepción de los celestes para mostrarse agresivos en ataque y cerrar el 0-1.
En la reanudación, sin tiempo para ver cómo asimilaban los dos equipos el nuevo escenario del encuentro, Melilla veía como el duelo se ensombrecía en cuestión de minutos, después de que Giustiniano tuviera que dejar su puesto en la recepción a Radunovic por un pinchazo muscular en el aductor. Para colmo de infortunios, Radunovic, que volvía tras una lesión en el hombro, en su primera jugada pisaba a un rival y se marchaba con un probable esguince de tobillo. De esta forma, Florentino Ruda tenía que asumir la responsabilidad de saltar a la cancha. El golpe en la moral y en la concentración de los melillenses se hizo notar, y Soria lo aprovechó para equilibrar la contienda con solvencia (25-20).
Para la tercera manga Melilla Sport Capital parecía haber pasado página, saltando a la cancha con decisión. Los sorianos asumieron el desafío y el juego discurrió con igualdad e intercambio de aciertos. Vargas y Moreno asumían su liderazgo en la anotación soriana, mientras que Martina y Diedhou hacían lo propio en el cuadro visitante. Sin embargo, el equilibrio se rompía en el 8-12, con algunos errores de remate sorianos, que se iban a convertir en una losa durante el resto del parcial. Los de Toribio se mostraban insistentes buscando la igualada, pero Melilla, con la dirección de un Riganti en ebullición, no se dejaban alcanzar definitivamente en el electrónico (20-21). El choque estaba vibrante, a pesar de que los parones en el juego por problemas electrónicos estuvieron cerca de deslucir el espectáculo. Nuevamente en el desenlace, Melilla jugó sus cartas de forma impecable, poniendo el 1-2 (23-25).
El último parcial evocó, por momentos, el set anterior. Y es que los sorianos siempre se vieron a contracorriente, con el consiguiente desgaste. Todo ello a pesar de que en esta ocasión cedieron la ventaja pronto (6-10), logrando reaccionar también con celeridad (15-15). Esta vez el equilibrio era mucho mayor, pero siempre la ventaja, aunque fuera anecdótica, caía de lado melillense, con un Luengas en estado de absoluta inspiración. Claro que a Soria no se lre podía reprochar insistencia, aunque siempre se encontraba la reacción acertada de su rival. El final de set no pudo ser más representativo, Melilla se colocaba con 22-24, disfrutando de sus primeras bolas de partido, encontrando como el empuje soriano lograba igualar a 24. De la misma forma, Melilla dispondría siete bolas de partido a las que respondió Soria evitando la derrota, hasta que en la octava oportunidad Melilla cerraba el choque por 29-31 y arrancando tres puntos de Los Pajaritos por 1-3.
