Los hechos tuvieron lugar entre los kilómetros 7 y 9 de la Autovía A-15, próximos a la localidad soriana de Beltejar.
Sobre las 04:15 horas del día 06 de diciembre, se recibió llamada telefónica en la Guardia Civil alertando de que un vehículo circulaba por la Autovía A-15 entre los kilómetros 7 y 9 en sentido contrario al estipulado.
El citado vehículo circulaba por los carriles sentido Soria en dirección Medinaceli. Rápidamente se desplazaron al lugar varias patrullas de la Guardia Civil, procediendo a restringir el acceso a la autovía al resto de usuarios con el objeto de evitar alguna incidencia, mientras otros componentes de la Guardia Civil, auxiliados por personal de Conservación de Carreteras, recorrían la zona con el objetivo de localizar el vehículo. Aproximadamente a la altura del kilómetro 7 de la A-15, próximo a la localidad de Beltejar, fue hallado el vehículo en cuestión, el cual había sufrido una salida de vía. Una vez identificado el conductor, se observó por parte de los Guardias Civiles actuantes cómo la persona que conducía el turismo accidentado mostraba síntomas evidentes de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, siendo sometido a las pruebas legalmente establecidas, arrojando una tasa de 0,71 y 0,69 mg/l de aire espirado.
Por estos hechos, la persona que presuntamente fue autora de los hechos, ha sido investigada por los delitos recogidos en los artículos 380.1 del Código Penal por conducir un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas y en el artículo 379.2 por conducir con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro de aire espirado, siendo remitidas las diligencias al Juzgado de Instrucción de Almazán.
La ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estos delitos pueden ser castigados con penas de prisión y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.