Hoy se ha celebrado el homenaje a Lucía Bartolomé Blanco en su pueblo natal de Aguaviva de la Vega, a donde vino al mundo un 6 de Julio de 1.923, hace ahora, por tanto, cien años de vida y la familia ha invitado a todos los vecinos a una paellada popular.
Toda una vida en torno a su pueblo ha disfrutado Lucía Bartolomé Blanco que hoy ha celebrado su cumpleaños con una misa en su honor en la iglesia parroquial de su pueblo, donde fue bautizada y contrajo matrimonio. La propia iglesia ha servido de marco para el pequeño homenaje que le ha rendido la Diputación provincial con la entrega por parte del diputado Matías Ágreda de la placa conmemorativa y el pergamino que recoge su partida de nacimiento. La corporación por su parte también ha querido participar, el alcalde de Almaluez, Julio Pascual, ha hecho entrega de un ramo de flores como obsequio a una de las vecinas más longevas.
La centenaria ha estado acompañada de sus hijos, nietos y bisnietos, así como de numerosos familiares y vecinos que se han querido sumar a la celebración popular que ha tenido como colofón una paellada popular para todos los asistentes, en torno a 70, puesto que la familia ha invitado a todos los habitantes del pueblo a la comida que se ha celebrado en el teleclub.
Con respecto a su larga vida destacar que sus padres Mariano y Juana, tuvieron cuatro hijos y ella es la tercera de los hermanos. Estudió en la escuela del pueblo hasta los catorce años y, tras ello, se dedicó a las tareas del hogar y a la labor del campo, oficio al que se dedicaba su padre.
Se casó con 21 años con Pedro Sancho, natural de Aguaviva de la Vega igual que ella, y tuvieron una larga vida matrimonial de 70 años. Fruto de ello, tiene cuatro hijos y la familia ha continuado aumentando con tres nietos y dos bisnietos, además de estar esperando a la tercera bisnieta en los próximos días.
En cuanto a sus aficiones, a Lucía siempre le ha gustado mucho la lectura, la cual intenta continuar realizando, como anécdota siempre cuenta que le encantaba leer el periódico «El campo soriano» el cual llegaba a su casa. Lucia siempre ha sido una mujer muy activa y trabajadora, siempre estaba dispuesta a echar una mano y a bailar una jota, otra de sus aficiones.
Actualmente continúa residiendo en su casa en Aguaviva de la Vega bajo el cuidado de sus hijos.