Cumplidas las dos primeras semanas de la pretemporada, los jugadores de Jordi Lluelles ya van notando la sobrecarga de trabajo y van apareciendo algunas molestias propias del trabajo, pero de momento se puede dar gracias a que no ha habido ninguna incidencia física reseñable y la incidencia de estas molestias en el trabajo no ha sido reseñable.
Tras el primer partido de pretemporada contra UBU, en el que ya se vieron cosas interesantes por parte de la plantilla soriana, mañana sábado jugará su segundo amistoso en Lekumberri (Navarra) contra el filial de Helvetia Anaitasuna, uno de los conjuntos punteros del grupo C de la Primera División Nacional.
Y ya, tres el descanso del domingo, se afronta una nueva semana cargada de trabajo, ya que el próximo miércoles, día 23, se jugará nuevamente contra otro conjunto histórico del balonmano nacional como es el Villa de Aranda, el equipo que juega en División de Honor Plata y que afronta esta nueva temporada con el sueño de volver a reverdecer viejos laureles y volver a la ASOBAL. Un Villa de Aranda que nos presenta un gran número de caras nuevas en su equipo y en el que otro técnico catalán, como es Mariano Ortega, sigue siendo el pilar sobre el que los burgaleses han fundamentado la construcción del mismo buscando el objetivo antes comentado de volver a ASOBAL.
Este partido, tal y como decimos, tendrá lugar el próximo miércoles en el pabellón polideportivo Sana Andrés a partir de las 19’30 horas y promete ser un partido interesante por la categoría de ambas plantillas y el que ya llevarán para entonces 3 semanas de rodaje y permitirá ver un poco más el nivel competitivo de ambos conjuntos, que si bien es un partido amistoso de pretemporada, Soria y Aranda siempre mantienen una sana rivalidad por el triunfo y ambos pondrán todo de su parte por llevarse el encuentro hacia su lado.
