Este sistema de señalización ha supuesto una inversión de 370.000 euros por parte de la Junta de Castilla y León y pretende ser un referente para el resto de comunidades
La Junta de Castilla y León impulsa el novedoso sistema de señalización inteligente para informar a los conductores sobre el riesgo de presencia de fauna salvaje en la carretera, desarrollado en colaboración con la USAL, mediante la concesión de una subvención de 60.000 euros, “con los que se realizará la evaluación y seguimiento hasta 2026 de un proyecto pionero a nivel mundial y que, iniciado en 2019, ha supuesto el desarrollo e instalación de una treintena de señales, totalmente operativas, en once tramos de la Red Autonómica de Carreteras”, ha indicado la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral.
La consejera, que ha suscrito esta mañana el convenio que sustenta dicha ayuda con el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Salamanca (USAL), José Miguel Mateos, ha indicado que con este proyecto se da respuesta a dos de las líneas fundamentales de trabajo del departamento que encabeza, “dado que, por un lado, afronta de forma directa la reducción de riesgos y, por tanto, la mejora de la seguridad de nuestra red viaria; y, por otro, supone el desarrollo de una solución innovadora basada en las nuevas tecnologías”.
Tras agradecer el trabajo desarrollado por el Departamento de Biología Animal de la USAL, “sin el que hubiera sido imposible hacer realidad esta herramienta”, González Corral ha recordado que el sistema está fundamentado en un estudio que determina que los accidentes con fauna silvestre, “presentes en un alto porcentaje de los siniestros que tienen lugar en nuestra Comunidad Autónoma, como consecuencia de la amplitud y calidad de su medio natural”, no se distribuyen al azar, sino que se concentran en el espacio y el tiempo.
Se ha creado una señalización que informa en tiempo real sobre la probabilidad de irrupción de un animal en la calzada, emitiendo una señal de alerta, si ésta supera el umbral de riesgo.
“Al concentrar el aviso únicamente en momentos específicos, hace más difícil la habituación por parte de los conductores, algo que sucede con otro tipo de ayudas a la conducción y que, en consecuencia, reducen su efectividad”, ha explicado la consejera.
Las señales se han instalado en tramos de especial concentración de accidentes como son las carreteras CL-117, CL-632, BU-542, BU-820, BU-904 y BU-925 de la provincia de Burgos, CL-615 y CL-619 de la provincia de Palencia, LE-125 y LE-420 de la provincia de León y SO-920 de la provincia de Soria, “donde, desde su entrada en funcionamiento el pasado mes de diciembre, y a pesar de que somos conscientes de que ha pasado poco tiempo, ya se ha detectado un descenso en el número de siniestros registrados en comparación con el mismo período del ejercicio anterior”, ha revelado González Corral.
El sistema es una muestra de una nueva generación de señalizaciones verticales que se apoyan en las nuevas tecnologías para mejorar su influencia sobre la seguridad vial, “y que de probarse efectivas serán, sin duda, una medida prometedora de coste relativamente bajo y cuyo uso podría extenderse, tal y como recoge el convenio que hemos firmado esta misma mañana, a otras zonas de la Red Autonómica de Carreteras”, ha concluido.
Departamento de Biología Animal
El equipo de investigación del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Salamanca, integrado por los profesores María José Blanco Villegas, Roberto Rodríguez Díaz, Víctor Colino Rabanal y Miguel Lizana Avia, tiene una experiencia de casi 20 años trabajando en el estudio del impacto de las infraestructuras humanas en la biodiversidad en general, y en los accidentes de tráfico con fauna en particular. Los avances teóricos logrados a lo largo de este tiempo se han podido plasmar, gracias a la oportunidad de cooperación brindada por la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, en el desarrollo de una nueva generación de señalizaciones variables que ya llevan casi un año instaladas en once tramos de la Red Autonómica de Carreteras.
El vicerrector de Investigación explicó que gracias a toda la investigación previa en esta materia, en especial en el estudio de los patrones espacio-temporales para las principales especies involucradas, desde la USAL se han desarrollado modelos matemáticos que calculan la probabilidad de accidente en cada momento y en cada tramo, y si se supera un determinado umbral de riesgo, la señal emite una alerta que avisa a los conductores. Todo ello se gestiona desde un servidor central que controla las señales de forma remota.
Si durante los primeros cuatros años de colaboración con la Junta de Castilla y León se ha trabajado en el desarrollo y validación de los modelos y en su implementación en el prototipo de señalización, durante este nuevo convenio de colaboración se hará un seguimiento de la efectividad de la medida propuesta, que servirá como retroalimentación para la introducción de mejoras que maximicen su efectividad, subrayó Mateos Roco.
A su juicio, este proyecto es un modelo que muestra “todo el potencial de la colaboración entre las administraciones públicas y las universidades, y cómo esa sinergia puede ser decisiva para transformar la investigación científica en soluciones a problemas sociales relevantes, en este caso a mejorar la seguridad vial de nuestras carreteras. Además, se contribuye a que Castilla y León se consolide como un espacio de innovación tecnológica”.