En la presentación de la X Ruta Dorada de la Trufa, el director de la Fundación Soriactiva Anselmo García ha remarcado la importancia de que la trufa soriana tenga una marca de calidad.
La Ruta Dorada de la Trufa celebra su décimo aniversario. En esta edición se quiere dar un cambio, que ya se inició el año pasado. Una transformación digital para que sea conocida fuera de Soria. «Lo que importa es que buen paño no se vende en el arcón». Con esa premisa se busca el mercado exterior a la provincia para poder incrementar el crecimiento del consumo de este producto soriano.
«Tenemos un producto estrella y que se vende bien. Tanto que se vende a Francia y a veces la revenden como producto propio de allí» indica el director.
En ese sentido Anselmo García ha querido reseñar que «hay que empezar a hablar de marca de calidad». En este caso de IGP y DO, ya que según García ese es el camino a seguir. «Es con ellas donde el propio ministerio puede defender ante posibles casos de fraude, de uso ilícito del nombre, etc.» explica.
El objetivo es convertir a la trufa en un producto turístico y de desarrollo rural. Se han disminuido las hectáreas en el año pasado, bajando a 1.800. Esto es debido a la reposición de ejemplares.
Otro de los objetivos que se plantean es incluir al sector truficultor dentro de la PAC.
Para García la trufa negra de Soria tiene que ser un producto ecológico. «Hay que luchar por ello» apunta.
Beatriz Ortego, responsable de comunicación y de la campaña de marketing, ha indicado que el objetivo es el posicionamiento a través de todas las plataformas posibles para llegar mejor a un nicho como es la gente joven.
Para ello se acometerán una serie de acciones como promoción a través de influencers, y con la apertura de nuevos canales. Una de las novedades de esta edición es la publicación de un artículo y un cartel de esta décima edición en la revista de otoño de Paradores Nacionales, que cuenta con una tirada de 20.000 ejemplares.




