El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León ha pedido a la Consejería de Sanidad que» refuerce las plantillas de enfermeras y enfermeros en atención primaria y en los servicios de prevención para hacer frente a la campaña de vacunación contra la gripe y el covid».
Según anunció la Consejería de Sanidad, la campaña de vacunación frente a la gripe y el covid se iniciará el próximo 14 de octubre para la población diana general (mayores de 60 años, profesionales sanitarios y sociosanitarios, personas especialmente vulnerables o personal de trabajos esenciales), y el 1 de octubre se inicia la cobertura vacunal de las personas institucionalizadas (mayores y personas con discapacidad que viven en residencias), embarazadas y niños entre los 6 y 59 meses.
Las enfermeras no solo se encargan de la administración de las vacunas a la población, sino que también son las responsables de la planificación, la recepción y el seguimiento de las dosis. Al mismo tiempo, se encargan de monitorear cualquier efecto o reacción adversa que pueda producirse en los pacientes, asegurando así su salud.
SATSE Castilla y León ha afirmado que «la Administración sanitaria debe actuar con previsión y ampliar el número de enfermeras y enfermeros para la vacunación contratando más personal específico de modo que las campañas de vacunación se desarrollen con normalidad y no supongan una sobrecarga mayor de trabajo para las plantillas enfermeras de primaria y los servicios de prevención, que conlleve un incremento de las listas de espera».
SATSE ha resaltado que «las enfermeras suman la vacunación a su trabajo diario. En el caso de la vacunación a las personas institucionalizadas en residencias privadas son las enfermeras de cada área de salud las que acuden a estas instituciones para administrar ambas vacunas, lo que hace más necesario aún que aumente el número de enfermeras para estas campañas».
La organización sindical advierte que, «si no se produce el reforzamiento de las plantillas con la contratación de más profesionales, las enfermeras sufrirán una mayor sobrecarga laboral que les impedirá realizar determinadas actuaciones y programas de prevención, seguimiento, autocuidado y promoción de la salud que desarrollan en los centros y en los domicilios de las personas».
Sobrecarga con consecuencias
«Esta sobrecarga laboral, además de tener consecuencias perjudiciales en la salud física y psicológica de las profesionales, conlleva una peor atención a las personas. Además de la atención de problemas agudos, las enfermeras son responsables del cuidado de los pacientes crónicos y pluripatológicos, apuntan desde la organización sindical».
“Son profesionales esenciales en este proceso y que garantizan una mejor salud de la población, por lo que la Administración debe ser sensible a ello y contratar más enfermeras para que la campaña se desarrolle en condiciones óptimas y sin que suponga un mayor sobreesfuerzo al que ya realizan las profesionales enfermeras que trabajan en primaria y en los servicios de prevención”, ha dicho SATSE.