La Institución Cameral considera que las empresas de Soria están creando empleo, a pesar de las incertidumbres económicas y políticas
La Cámara de Comercio celebra que la tasa de paro de Soria sea la tercera más baja de todo el país (5,77%) en el cierre del tercer trimestre del año, según la Encuesta de Población Activa (EPA), pero destaca aún más el aumento de las tasas de actividad (58,29%) y de empleo de la población (54,92%), unas décimas por encima de las registradas en el segundo trimestre y superiores a las registradas hace un año. El número total de parados en Soria se quedan en 2.600 y 43.000 son las personas ocupadas.
“Los datos indican el dinamismo de la actividad empresarial de la provincia de Soria, que sigue creando empleo, a pesar de las circunstancias políticas y económicas, especialmente en los meses de verano. Vamos a ver si esta tendencia se mantiene al cierre del ejercicio o se ralentiza. En cualquier caso, el principal problema del tejido empresarial de Soria está en la falta de determinados perfiles laborales, un hándicap para el crecimiento de muchas de ellas y en el que la Cámara trabaja con citas como la III Feria de Empleo y Emprendimiento, celebrada el pasado 16 de octubre”, señala el presidente de la Cámara de Comercio de Soria, Alberto Santamaría.
La Cámara de Soria se une a la opinión de la Cámara de España, que señala que los datos de la EPA de este tercer trimestre de 2024 continúan evidenciando el dinamismo y solidez aparente del mercado laboral, con el protagonismo del sector privado como principal motor de la creación de empleo. No obstante, cabe recordar que el mayor volumen de generación de puestos de trabajo es habitual entre julio y septiembre, debido a la temporada estival.
Esta vitalidad demostrada por el mercado laboral nacional asociada al buen desempeño de la actividad económica, ha llevado a la Cámara de España a prever que la creación de empleo superará el 2,0% estimado inicialmente para 2024 y el 1,5% estimado para el próximo año.
Todo ello se verifica en el reciente Estudio sobre Clima Empresarial en España de la Cámara de España. De acuerdo con sus resultados, el 60% de las empresas se muestra optimista respecto a su evolución tanto en 2024 como en 2025. Estas perspectivas positivas son, sin embargo, matizadas por las empresas, para las cuales la situación sociopolítica y la inflación representan los mayores riesgos para la evolución de la economía española.
En lo que respecta a su actividad en particular, el incremento de costes laborales, la presión fiscal y la escasez de perfiles profesionales adecuados son sus principales preocupaciones de cara al futuro.
En definitiva, el buen desempeño de nuestro mercado laboral y el optimismo existente entre el tejido empresarial de nuestro país permite anticipar un crecimiento sostenido de la economía durante el próximo año. Sin embargo, la preocupación existente por la incertidumbre política y la inflación del sector privado pone de manifiesto la necesidad indispensable de continuar trabajando desde todos los niveles institucionales para generar un entorno de confianza y de apoyo a nuestro tejido productivo en su camino hacia la modernización y la transformación y, con ello, hacia la mejora de la competitividad y de la productividad del factor trabajo, fuente de crecimiento y de prosperidad económica.
En este contexto, continúa por tanto vigente la necesidad de poner en marcha las reformas estructurales pendientes que demanda nuestra economía. Entre las relacionadas con el mercado de trabajo, destaca la adaptación de los itinerarios formativos a las necesidades de las empresas, la modernización de las políticas activas de empleo o la reducción de la burocracia y de los costes asociados al proceso de contratación. Adicionalmente, la consolidación y fortalecimiento del papel de las empresas como impulsoras de la actividad productiva y creadoras de riqueza, pasa también por facilitar la creación de empleo a través de la reducción de las cotizaciones sociales, la simplificación del impuesto de sociedades, la disminución de las cargas administrativas y la eliminación de determinados umbrales regulatorios al crecimiento empresarial.