El Centro de Referencia Estatal de Atención Sociosanitaria para Personas en Situación de Dependencia de Soria (Credef), de la red de centros del Imserso (Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030), ha desarrollado en el día de hoy una Jornada incluida en el Plan de Formación Especializada del Imserso sobre ‘Afectividad, promoción de la autonomía personal y sexualidad en la discapacidad’.
La jornada, que ha impartido Natalia Rubio Arribas, psicóloga, sexóloga, pedagoga, maestra en educación especial y presidenta de la Asociación Sexualidad y Discapacidad ha reunido a más de 60 personas entre familiares y profesionales de diferentes instituciones, entidades y asociaciones.
El desarrollo y acompañamiento afectivo-sexual es uno de los aspectos más importantes en los proyectos de vida de las personas con discapacidad y puede ser fuente de dudas, miedos y falsas creencias para los familiares y profesionales que las acompañan.
Esta acción formativa pretendía no dejar en el olvido ninguna sexualidad y ninguna etapa evolutiva, desde la infancia, pasando por la adolescencia, la juventud, la adultez y la vejez; y desde las personas que necesitan mayor frecuencia e intensidad de apoyos hasta aquellas que puedan lograr tener una vida más autónoma.
En el ámbito de la atención a las personas con discapacidad, se han evidenciado múltiples progresos y logros que han sido alcanzados en los últimos años. Cuestiones que abordan grandes temas tales como la Convención de Derechos, la Calidad de Vida, la Autodeterminación, los Proyectos de Vida, la Autonomía Personal, la Accesibilidad o la Inclusión Social se enfocan en todos los ámbitos de la vida de las personas con discapacidad y, por lo tanto, incluyen también lo concerniente a la esfera afectivo-sexual.
Sin embargo, la realidad nos muestra que no siempre se atienden y priorizan de igual manera todas estas dimensiones, encontrándonos que lo relativo al ámbito afectivosexual, y con ello la sexualidad, con demasiada frecuencia, se ignora y olvida.
Al hablar de atender, educar y prestar apoyos a la sexualidad de las personas con discapacidad, hablamos de una responsabilidad compartida, pues son muchas las maneras desde las cuales se puede contribuir, tanto desde el ámbito profesional (profesorado, personal no docente, equipos profesionales, alumnado en prácticas, voluntariado…), como desde el familiar (padres, madres, hermanos/as…), el institucional (administraciones, entidades del sector…), la sociedad y, por supuesto, desde el papel que les corresponde a las propias personas.
Por otro lado, se informa de que todas las personas que consideren que se pueden beneficiar del Programa Integral de Promoción de la Autonomía Personal (Pipap), desarrollado también en el Credef, pueden presentar solicitud para participar en el mismo. El perfil de personas usuarias es el de personas en situación de dependencia (no es necesario que esté reconocida) derivada de discapacidad física. En el programa, cuya duración se determina en función de los objetivos específicos y evolución de cada persona, se realizará una intervención individualizada atendiendo a las características de cada persona para mejorar su autonomía personal y evaluar resultados.