El Ayuntamiento de Villar del Campo continúa con su apuesta por la recuperación de espacios emblemáticos del pueblo, transformándolos en homenajes visuales a los antiguos oficios que marcaron la identidad de la localidad. Como parte de esta iniciativa, el pasado 2 de noviembre de 2024 se inauguró el tercer mural de este proyecto artístico.
En los últimos dos años, se han realizado tres murales que conforman un recorrido cultural y artístico por Villar del Campo. Esta propuesta no solo revitaliza el municipio, sino que también busca atraer a visitantes y dotar al pueblo de una nueva energía.
El más reciente mural, realizado en la antigua escuela del pueblo, fue encargado a Ruth Marbé, una artista residente en Vilassar de Mar (Barcelona), pero con fuertes lazos familiares en Villar del Campo, ya que su padre es originario de la localidad. Desde pequeña, Marbé ha visitado el pueblo en numerosas ocasiones, especialmente durante los veranos y los inviernos, lo que ha fortalecido su vínculo con la comunidad.
Un mural lleno de historia y tradición
La obra, que tiene unas dimensiones de 32 metros cuadrados, requirió 21 días de trabajo. Durante este tiempo, la presencia de la artista generó gran expectación entre los vecinos, quienes se acercaban a observar el avance del mural, compartir recuerdos y convertir el proceso en un auténtico evento comunitario.
El mural representa el interior de la antigua escuela alrededor de 1960, con los niños y niñas sentados en los pupitres, todo enmarcado en el estilo visual de la época. Sin embargo, la artista ha aportado su toque personal, integrando detalles que conectan con su propia visión y estilo. Uno de los detalles más significativos de la obra es que uno de los niños representados en el mural está inspirado en el propio padre de la artista, quien estudió en esa misma escuela durante su infancia. Este gesto conecta directamente con la memoria personal de Ruth Marbé, y refuerza el vínculo entre la obra y las historias vivas del pueblo, compartidas entre generaciones.





