El pasado 10 de septiembre se conmemoró la jornada mundial para la prevención del suicidio. En ese sentido, los datos cada vez son más aterradores. «En 2022, el INE (Instituto Nacional de Estadística) alertaba que las muertes por suicidio habían aumentado por cuarto año consecutivo y que la conducta suicida suponía un grave problema de salud pública (se calcula que, en promedio, un suicidio afecta íntimamente al menos a otras seis personas, por lo que para las personas directamente afectadas y su entorno constituye un drama humano y social) […] Según un estudio del Observatorio del Suicidio en España, entre un 5 y un 10 por ciento de la población española habría pensado alguna vez en el suicidio; el número de conductas suicidas se habría incrementado y en España el suicidio consumado estaría en el podio de las principales causas de muerte de jóvenes entre los 15 y los 29 años«.
Así lo recoge El Plan B. Qué podemos hacer para ayudar a los jóvenes a superar su desesperanza vital, de Agustín Bonifacio, editado por Libros Cúpula y publicado este mismo mes de septiembre de 2025.
Agustín Bonifacio Guillén es trabajador social especializado en salud mental infanto-juvenil e identidad de género en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Desde hace más de veinte años acompaña a jóvenes que tienen una importante desesperanza vital, que han realizado gestos autolíticos o que navegan con una persistente ideación suicida. Su experiencia profesional le ha llevado a publicar diversos artículos y a realizar formaciones y comunicaciones dentro y fuera de España, así como a formar parte de diferentes grupos y comisiones para departamentos de salud. En Canal 9 hemos charlado con él.



