La exposición de proyectos para la comarca de Tierras Altas elaborados por alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid y dirigidos por los profesores Néstor Montenegro Mateos y Luis Angel Alvarez Alfaro llega a Yanguas.
La muestra se inaugurará el próximo 6 de diciembre y podrá contemplarse en el castillo de Yanguas hasta el 11 de enero de 2026 de lunes a domingo de 10:00 a 14:00 horas.
Inauguración de la muestra
El acto se celebrará el 6 de diciembre de 2025 a las 12:00 horas con entrada libre hasta completar aforo con el siguiente programa:
- Presentación del acto
José Rico, alcalde de Yanguas - Breve charla explicando la investigación realizada y los proyectos presentados a cargo de Luis Ángel Álvarez Alfaro, arquitecto. Profesor de la UEM.
- Mesa redonda/debate: «Memorias del futuro». Intervenciones arquitectónicas y revitalización de comarcas despobladas, el caso de Tierras Altas.
Participantes:
- José Rico, alcalde de Yanguas
- Miguel de Lózar de la Viña. Doctor arquitecto.
- Julián Gallardo. Arquitecto
- Jose Ramón Sainz. Arquitecto
- Invitado Diputación/Mancomunidad
- Moderador: Luis Alvarez Alfaro, arquitecto. Profesor de la UEM.
- 4. Cierre del acto
- Vino español
Sueños de arquitectura para Tierras Altas
La exposición presenta los trabajos realizados por los alumnos de la asignatura Proyectos G6 de cuarto curso del Grado en Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid. El grupo está dirigido por los profesores Néstor Montenegro Mateos y Luis Ángel Álvarez Alfaro, y se caracteriza por ser internacional y multicultural: se imparte en inglés y cuenta con estudiantes de 15 países y 4 continentes.
La propuesta inicial consistía en estudiar el fenómeno de la España vacía (o vaciada) y, a partir de ese análisis, seleccionar un área concreta en la que situar los proyectos. Tras una intensa investigación, este grupo de alumnos —en su mayoría ajenos a dicho fenómeno demográfico y social— decidió centrar su trabajo en la comarca de Tierras Altas de Soria.
Pocas regiones reflejan de manera tan palpable la realidad estudiada. Tierras Altas cuenta con un pasado próspero y glorioso que la convirtió en una de las zonas más pujantes e influyentes de la Península Ibérica hasta el siglo XVIII. Sin embargo, desde hace décadas sufre un imparable proceso de despoblación que la ha llevado a convertirse en la comarca con mayor número de pueblos abandonados de Europa y en el mayor desierto demográfico del continente, con apenas dos habitantes por kilómetro cuadrado —menos que el desierto del Sáhara—.
La vida solo se puede vivir hacia adelante, pero, como recordaba Kierkegaard, solo se comprende mirando hacia atrás. A partir de esta reflexión, se propuso a los estudiantes desarrollar dos ejercicios: uno orientado al pasado, para recuperar y honrar la memoria del lugar (DESPEDIDAS / FAREWELLS), y otro proyectado hacia el futuro, para imaginar fórmulas de revitalización y repoblación (BIENVENIDAS / WELCOMES).
El primer conjunto de proyectos, DESPEDIDAS / FAREWELLS, se centra en la conmemoración de lo eterno y en la consolidación de tradiciones ligadas al rastro, al vestigio y a la memoria. Se trataba de investigar las costumbres del territorio elegido y diseñar un espacio de evocación para aquello o aquellos que ya no están: un memorial, un lugar para el recuerdo, el descanso o la meditación… En definitiva, una intervención en el paisaje concebida como umbral entre cielo y tierra. Cada estudiante eligió libremente el emplazamiento de su propuesta dentro de la comarca.
El segundo conjunto de proyectos, BIENVENIDAS / WELCOMES, explora la llegada y lo contemporáneo: la temporalidad, la inmediatez y las formas de habitar de quienes llegan a un territorio desconocido. El ejercicio planteaba imaginar posibles nuevos residentes y reflexionar sobre las condiciones necesarias para que una comunidad emergente establezca su espacio vital. A partir del estudio del nomadismo contemporáneo y de la vivienda temporal, se propuso diseñar un complejo para unos 100 habitantes que, además de resolver necesidades básicas de alojamiento, incluyera espacios colectivos de producción, trabajo, estudio, aprendizaje y ocio. Se concibió como una comunidad (casi) autosuficiente: una semilla de nuevas formas de habitar en el interior de la Península Ibérica.
En este caso, la elección del lugar no era libre, sino que debía resolverse entre dos escenarios extremos dentro de la comarca: por un lado, uno de los pocos municipios dinámicos y con una economía activa, Yanguas; y, por otro, el despoblado de Fuentebella.




