Balonmano Soria sufrió una derrota en su visita a Burgos (36–28) en un encuentro marcado por dos mitades completamente distintas. El conjunto dirigido por Oriol Castellarnau firmó una primera parte de mucho nivel, compitiendo de tú a tú con un rival construido para pelear por las plazas de ascenso.
Durante los primeros treinta minutos, el equipo soriano mostró solidez defensiva, circulación de balón y acierto en la finalización, lo que permitió llegar al descanso muy vivo en el marcador. Sin embargo, tras el paso por vestuarios, Burgos impuso su calidad y profundidad de plantilla, encadenando parciales que acabaron por romper el duelo.
La segunda parte, especialmente en la contención del lanzamiento exterior y en las pérdidas que derivaron en contraataques locales, terminó por inclinar la balanza en favor del conjunto burgalés.
Pese al resultado, el cuerpo técnico valora positivamente la imagen ofrecida en el primer tramo del encuentro y la capacidad del grupo para competir en una de las pistas más exigentes de la categoría.
El equipo ya centra su mirada en el choque del próximo sábado, un duelo que adquiere tintes de auténtica final: La cita será el 6 de diciembre a las seis de la tarde en el Polideportivo San Andrés.




