Rana, bolos y tanguilla. Todo dispuesto para que mujeres y hombres de todas las edades participaran en los jugos populares y pudieran disfrutar de trofeos y premios. Una mañana divertida en La Picota de Ólvega, a la que se sumó la diversión para los más pequeños con los carretones. Un encierro con el mismo recorrido que los mayores, y que no defraudó para niños y padres.