La Junta posibilita el acceso a estas viviendas a personas jóvenes y nuevos pobladores en respuesta al incremento de la demanda experimentada gracias a los proyectos empresariales que se están llevando a cabo en la localidad.
La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente,
ha modificado la cesión otorgada al Ayuntamiento de Langa de Duero del uso de 10
viviendas de protección pública situadas en el municipio, para posibilitar que sean
alquiladas, preferentemente, por personas jóvenes y nuevos pobladores, como medida destinada a asentar población en el medio rural e incrementar el parque público de alquiler social de la Comunidad.
Las viviendas fueron inicialmente cedidas por la Junta con el objetivo de que fueran habitadas por personas mayores de 65 años dependientes o con discapacidad y problemas de accesibilidad. Sin embargo, el Ayuntamiento de Langa de Duero transmitió el pasado mes de agosto a la Junta que no se había registrado ningún procedimiento de adjudicación de las viviendas.
No obstante, el Ayuntamiento del municipio ha podido constatar la existencia de una demanda de vivienda importante por parte de personas menores de 65 años y, concretamente, jóvenes y nuevos pobladores, favorecida por los proyectos empresariales que se están desarrollando en la localidad.
El Ayuntamiento solicitó, por ello, a la Junta la modificación de la cesión para posibilitar el alquiler de las viviendas a nuevas familias y jóvenes, para contribuir a fijar población en el municipio. Las obras de construcción y habilitación de este grupo de viviendas protegidas con los más altos niveles de accesibilidad, contaron con una inversión de 1.071.833 euros por parte de la Junta, a fin de responder a las necesidades de las personas con limitaciones funcionales por su edad o por presentar algún tipo de discapacidad.
Cabe recordar que se trata de 10 viviendas unifamiliares adosadas con ordenación lineal, así como de una pequeña edificación exterior que contiene las instalaciones comunes. Las viviendas cuentan con una superficie útil de 84,40 metros cuadrados, se desarrollan en planta baja y constan de salón comedor, dos dormitorios, cocina y aseo, además de un jardín de 34,80 metros cuadrados.
Las viviendas responden interiormente a unos estándares de accesibilidad total y están adaptadas, tanto en su diseño como en su distribución y materiales, a las necesidades específicas de personas con discapacidad.