Para entrar y ver el audiovisual que cuenta la historia de esta construcción se tendrán que cumplir los protocolos de seguridad sanitaria
El Espacio Muralla, nombre con el que se identifica el Centro de interpretación de la muralla de Almazán, vuelve a reabrir sus puertas al público durante los fines de semana para recibir visitas turísticas que deberán concertarse previamente contactando con la oficina municipal de turismo, bien a través del teléfono o por correo electrónico. Todo ello es preceptivo para organizar las visitas al centro cumpliendo con toda la normativa y los protocolos de seguridad sanitaria a los que obliga la pandemia del covid19.
El local, ubicado en el Postigo de Santa María, abrirá a partir de ahora los viernes, sábados y domingos para realizar estas visitas concertadas con cita previa y con un horario prefijado. Los viernes y sábados se programarán dos visitas: una por las mañanas, a las 11.30 horas; y otra por las tardes, a las 17.30 horas. Los domingos la visita será matinal, también a las 11.30 horas.
El Espacio Muralla sigue ofreciendo a sus visitantes dos elementos de divulgación turística para conocer con detalle los restos de esta construcción defensiva que rodea el casco antiguo de la villa adnamantina: una maqueta de la población a pequeña escala, en la que se puede apreciar el trazado completo de la muralla y su actual estado de conservación; y un audiovisual en el que, durante doce minutos, se recuerdan también aspectos históricos relevantes relacionados con esta construcción.
Viendo esa proyección, por ejemplo, los turistas que visiten este centro de interpretación podrán conocer que la muralla de Almazán tenía en origen una longitud de 1.700 metros en todo su perímetro, aunque a día de hoy solo se conservan lienzos en sus tres cuartas partes. O que a finales de 1890, y según consta en algunos documentos, se retiró del tramo en el que se encuentra la Puerta del Mercado una piedra con la inscripción “el rey Alfonso me hizo”, sin que se tenga constancia del paradero de esa piedra.
Otro momento histórico importante que se relata en este audiovisual es el referido a los daños que sufrió la construcción una vez finalizada la Guerra de la Independencia, cuando el general Durán dinamitó partes de la muralla para evitar que el ejército francés pudiera volver a utilizarla como defensa.