Como tantas pequeñas localidades que pueblan nuestra provincia, Gómara ha sufrido de lleno el impacto del coronavirus. Un confinamiento sin tienda de comestibles, con una población muy mayor, un centro médico en el que se acaban de jubilar dos de sus seis doctores…pero los gomarenses no han bajado los brazos.
Vecinas que cosieron mascarillas para sus paisanos, el propio alcalde convertido en un improvisado repartidor a domicilio…repasamos con Juan Carlos Gonzalo el año vivido en la localidad, los proyectos pendientes y los planes para un 2021 que, esperamos, sea mejor para todos.