Impedir el comienzo de las obras por parte del grupo Eroski, en Almazán, es el principal objetivo de la comunidad de propietarios “Secadero del Bacalao”.
Estos vecinos aseguran haber observado modificaciones estructurales en el interior del centro comercial del pueblo. Además, afirman que han sido los propios empleados de este centro los que les han comunicado que el edificio necesita una reforma inminente que implica la implantación de grandes tuberías de desagüe a través de los garajes comunitarios.
Desde que conocieron las intenciones de la empresa arrendadora del local, ICEBERG INVERSIONES SL, y por el mismo grupo Eroski, de realizar dichas obras, los propietarios contactaron insistentemente, sin éxito, con los responsables.
Un ultimátum por los mismos hizo que grupo Eroski aclarase que “no se iba a iniciar reforma alguna sin el visto bueno de los vecinos”. Asimismo, grupo Eroski aportó un informe técnico de un arquitecto que diagnostica patologías sobre viales exteriores y soleras interiores y propone una reforma integral valorada en más de 113.000 €.
No obstante, la principal preocupación de los vecinos de Secadero del Bacalao subyace en la visible y enorme grieta a lo largo de todo su contorno, por la que las aguas pluviales entran a raudales convirtiendo el sótano destinado a los garajes comunitarios en una piscina olímpica.
Del mismo modo, aseguran que no van a permitir que el Grupo Empresarial Eroski lleven a cabo sus intenciones. De hecho, plantean establecer turnos de vigilancia para impedir la entrada de los operarios a los garajes.