Eva Muñoz, diputada de Servicios Sociales ha entregado la placa conmemorativa y el acta que refleja la partida de su nacimiento en la vivienda particular del centenario Valeriano Huerta Hernández.
La Diputación de Soria conmemora el siglo de vida de Valeriano Huerta Hernández que nació en Ontalvilla de Almazán el 15 de septiembre de 1921.
Valeriano representa bien el perfil de esta población que comienza a utilizar los recuerdos como un estímulo. “La historia ha demostrado que los más sabios fueron personas ancianas”, ha señalado el centenario.
La Diputada de Servicios Sociales, Eva Muñoz ha entregado la Placa Conmemorativa y el acta donde se refleja la partida de su nacimiento. Se ha hecho en un acto íntimo rodeado de familiares y amigos. «Este día me hace especialmente ilusión por el vínculo familiar que me une con Valeriano y su esposa”, ha señalado Eva Muñoz.
El centenario es hijo de Juvencio y Florentina y vivió en la localidad de Ontalvilla de Almazán hasta los 35 años. Allí trabajó durante un largo periodo de tiempo en labores las labores propias del campo.
El protagonista proviene de una familia numerosa, formada por cuatro hermanas y cuatro hermanos. También ha desvelado que sigue igual de enamorado que el primer día de su mujer Mercedes Herrero Maqueda. “Quizás ese sea el secreto de llegar así de bien a los cien años”, ha bromeado Valeriano. También ha explicado que adora a su mujer y ha dedicado toda su vida a mimarla y cuidarla.
Cuando se trasladó a Covaleda, como consecuencia de su amor hacia Mercedes Herrero, Valeriano también se ganaba la vida en el campo y lo compaginaba con días intensos de trabajo en Andoain, trabajando en una fábrica.
Entre sus grandes aficiones destaca el senderismo. “Siempre me ha gustado recorrer durante horas el pinar y también jugar a las cartas y ver los partidos de pelota”, ha confesado.
Actualmente vive en Covaleda con su mujer Mercedes y con su cuidadora, Sonia, quien ha contado que Valeriano, “es una persona afable, con muy buen carácter y siempre bromeando y de muy buen humor”.
La pandemia generada por la enfermedad Covid-19 ha provocado, como en todos los ancianos, el alejamiento de su familia. Por ello, ahora está centrado en celebrar cada día como si fuera el último.