La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), en el Día Mundial contra el Cáncer de Mamá que se celebra el 19 de octubre, traslada su apoyo a la campaña de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ‘Saca pecho por las más vulnerables’, pidiendo a las administraciones y a la empresas que “sean especialmente sensibles con las trabajadoras que se enfrentan a este largo proceso, manteniendo el 100% del salario”.
A los responsables políticos, CSIF les reclama que desarrollen una normativa y medidas que faciliten la realización del tratamiento, tanto médico como psico-social, así como el progresivo retorno efectivo al puesto de trabajo, que en muchas ocasiones se lleva a cabo de manera intermitente y traumática”.
El cáncer de mama presenta un alto riesgo de exclusión social y laboral, y hay que reconocer la llamada “aptitud sobrevenida” de la superviviente al cáncer de mama, que vuelve a su puesto de trabajo. Por ello, hay que abordar los factores psicosociales, o evitar la controversia entre el alta médica y una posible menor aptitud para el trabajo. Las empresas y las administraciones tienen que tener unas medidas organizacionales de reinserción progresiva, señala CSIF.
Una de cada diez mujeres de Castilla y León sufre cáncer de mama, según las estadísticas, y más de 20.000 mujeres tenían diagnosticado cáncer de mama en 2019 (algo más de 200 en el caso de los hombres). Más del 75% de las bajas iniciales por cáncer de mama llegan o sobrepasan el año de duración, que afectan a mujeres de edad madura con dificultades para retornar al trabajo. El 47% de estas mujeres ya no vuelven a su puesto, bien por desestimiento o por una declaración de incapacidad permanente.
En el que caso de no querer volver al puesto, tras superar el largo proceso del cáncer, influyen cuestiones como la inseguridad, el despido por un rendimiento menor, o el paso por el desempleo.