El pasado domingo 3 de marzo naturalistas de ASCEL (Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico), encontraron muerto un ejemplar hembra de lobo de aproximadamente un año de edad, que presentaba claros signos de envenenamiento, en el término municipal palentino de Melgar de Yuso. El hallazgo del cadáver fue inmediatamente comunicado a Guardia Civil y Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León que procedieron a su levantamiento y traslado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje (CRAS) de Valladolid.
«Se da la circunstancia que, desde el pasado mes de enero hasta hoy, en dicho término municipal de Melgar de Yuso y en las localidades cercanas de Astudillo y Fuentes de Valdepero han sido encontrados al menos 11 ejemplares de buitre leonado muertos, presuntamente envenenados, que han sido recogidos por personal de la Junta de Castilla y León para su traslado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje (CRAS) de Valladolid», explican desde ASCEL. «Por otra parte nos consta la aparición, también en Fuentes de Valdepero, de unas bandejas de plástico con un compuesto blanquecino mezclado con granos de cereal que presuntamente se trate de alguna sustancia tóxica que actúe como rodenticida», indican.
Desde ASCEL «condenamos estos cobardes y execrables hechos delictivos contra nuestro patrimonio natural y exigimos a la Junta de Castilla y León la presentación de la correspondiente denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente y la inminente realización de los preceptivos informes técnico-facultativos de necropsia tanto de la loba como de todos los buitres encontrados acompañados de los correspondientes análisis toxicológicos de los cadáveres encontrados para determinar qué tipo de compuesto tóxico se ha utilizado y así poder facilitar las diligencias de investigación de la Guardia Civil con el fin de poder llevar a los autores de estos indecentes hechos ante la Justicia y que puedan ser condenados de manera ejemplarizante».
Por otra parte, desde ASCEL «en virtud de lo previsto en el artículo 65 de la Ley 42/2007, exigimos a la Junta de Castilla y León que adopte medidas contundentes como la suspensión de cualquier tipo de actividad cinegética en el coto privado de Melgar de Yuso donde ha aparecido la loba envenenada para favorecer la recuperación de los procesos ecológicos y biodiversidad en la zona que ha sufrido este episodio de envenenamiento». «La colocación de veneno en el medio natural está tipificado en el artículo 336 del Código Penal con penas de prisión de cuatro meses a dos años y la lucha contra este delito desde las administraciones públicas debería ser una prioridad implementando los protocolos y acciones adecuadas en el marco de sus competencias. Además, el Plan de Acción (Acuerdo 194/2011) y la Estrategia Regional de Castilla y León para la lucha integrada contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural (orden FYM/411/2017) aprobados por la Junta de CyL necesitan de actualización y dotación suficiente», explican los naturalistas.
Además, desde ASCEL reclaman que «el ejecutivo de Mañueco y Suárez-Quiñones debe asumir de una vez por todas la condición del lobo como especie protegida en España y dejar de mirar hacia otro lado ante episodios delictivos de este calado que suponen la muerte de lobos en CyL demostrando a la sociedad que —como administración pública— persigue el delito y no ampara delincuentes».