- Los trabajadores del plan de Empleo y técnicos municipales supervisan esta actuación que ha contado también con la colaboración de las comunidades de vecinos para mejorar el equipamiento del Casco Viejo y que se suma a otras medidas como la de mejora de la iluminación, el ARU…
El alcalde Carlos Martínez y la concejala de Servicios Locales, Ana Alegre, han visitado esta mañana las obras de adecuación que se están llevando a cabo en las traseras de San Nicolás y que permitirá recuperar una zona entre calle Postas y calle Real con una zona de estancia dotada con mobiliario urbano y juegos infantiles. De esta forma, además de la urbanización de una calle que se encontraba con tierra, se adecuará toda la parcela y conectará con dos rampas hacia la calle Real y se construirá una escalera, ante la imposibilidad dotarla de accesibilidad por el alto desnivel, en la unión con calle Postas. Para estas actuaciones ha sido necesario el acuerdo con las distintas comunidades de propietarios al tratarse de una parcela que no es propiedad municipal pese a encontrarse en una zona de paso abierta. La obra se ejecuta de forma íntegra por parte del Ayuntamiento supervisada por los técnicos municipales y desarrollada por los trabajadores del Plan de Empleo Municipal. La brigada, formada por 12 empleados, lleva a cabo actualmente ese trabajo junto con otras intervenciones en el cementerio municipal.
El alcalde ha explicado que “era una calle en la que llevábamos tiempo pensando actuar, pero también tenía la complejidad de ser de titularidad privada. Una vez que todas las comunidades nos lo han autorizado vamos a resolver el acondicionamiento de un entorno monumental como es el de las Ruinas de San Nicolás. Esperamos que estas intervenciones se sumen a aquellas que contempla el ARU para actuar en solares privados y a otras que también ejecutados de la mano del EDUSI como la sustitución de la iluminación del casco o la reactivación de locales como el del co-working”.
Durante el desarrollo de la obra se ha encontrado, algo que ya estaba previsto al detectarse también durante la adecuación de San Nicolás, una galería de canalización de aguas residuales antigua con ladrillo y que conecta la calle Real con el río Duero que ha tenido que ser reforzada para consolidar la bóveda.
