La Encuesta de Población Activa habla de, 3.400 parados en la provincia en este periodo, con una tasa de desempleo que desciende hasta el 7,69%
La Cámara de Comercio valora los datos de la Encuesta de la Población Activa en Soria, que fija en 3.400 los parados del tercer trimestre, una cifra similar a la registrada en el segundo trimestre, pero 300 menos que hace un año. La tasa de paro de la provincia se sitúa en el 7,69%, ligeramente inferior a la registrada en el segundo trimestre (8%) y sensiblemente menor que el del primer trimestre del año, fijada en el 11’33%.
El paro subió en 6.000 personas en el tercer trimestre del año en Castilla y León, lo que supone un 5,92%más que en el trimestre anterior, por encima de la media que creció un 3,36%, su mayor repunte en este caso en valores absolutos desde el tercer trimestre de 2020, en plena pandemia. El total de desempleados en Castilla y León subió así hasta las 106.600 personas y la tasa de paro se sitúa en el 9,47%, por debajo de la media que subió hasta el 11,84%, según los datos de la Encuesta de Población Activa.
La Institución Cameral se une a la opinión de la Cámara de España, señalando que los datos de la EPA “denotan el mantenimiento del pulso del mercado laboral español durante un tercer trimestre marcado por las turbulencias geopolíticas, la desaceleración económica en los países vecinos, los mayores tipos de interés y la persistencia de la inflación”. En este contexto, la Cámara de España prevé una moderación del crecimiento del empleo en los trimestres venideros. La creación de puestos de trabajo en el conjunto de 2023 podría avanzar en el entorno del 1,8%, mientras que para 2024 el crecimiento podría situarse cerca del 1,2%. Con ello, se espera que el año termine con una tasa media de paro del 12,7% que se reducirá tan solo dos décimas hasta el 12,5% en 2024. A lo largo de 2023 y 2024 se podría crear medio millón de puestos de trabajo a tiempo completo.
Todo ello se pone de manifiesto en el reciente Estudio sobre Clima Empresarial en España de la Cámara de España. De acuerdo con sus resultados, si bien el 50,8% de las empresas se muestra muy o bastante optimista respecto a la evolución de sus negocios en el conjunto de 2023 y lo son menos de cara a 2024, son pesimistas respecto a la evolución del conjunto de la economía.
En definitiva, la capacidad y determinación de las empresas españolas para superar un escenario turbulento e incierto y continuar generando riqueza y empleo, podrían verse mermadas si no se toman medidas de apoyo para afrontar tanto la inflación como la subida de los costes laborales, entre otras circunstancias.
Por tanto, “sigue siendo necesaria una política pro-empresa, que sitúe al tejido empresarial en el centro de la política económica del futuro Gobierno como pieza clave de nuestro sistema de economía social de mercado, y promueva un contexto propicio para el crecimiento, la transformación y la creación de empleo”.
Y en este contexto, una de las acciones más urgentes es la reducción de la presión fiscal que soporta el tejido empresarial, para incentivar la competitividad y contribuir a incrementar las inversiones, innovaciones y, en definitiva, la creación de empleo. Abaratar el coste de la contratación rebajando las cotizaciones sociales y reformar el impuesto sobre sociedades, para establecer un tipo único y más reducido que el actual y un esquema de beneficios fiscales más simplificado, figuran entre las medidas a desarrollar en este sentido.