El proyecto FCH2RAIL, que desarrolla un tren demostrador bimodo propulsado por hidrógeno, ha iniciado hoy las pruebas en la línea Torralba-Soria, consolidando así un nuevo hito en un proyecto que apuesta por nuevas soluciones de movilidad respetuosas con el medio ambiente.
Las pruebas dentro de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG) comenzaron en mayo en el tramo entre Zaragoza y Canfranc, donde el tren prototipo propulsado por hidrógeno ha probado su potencial, fiabilidad y eficiencia. El proyecto se encuentra en una etapa crucial de pruebas en vía demostrando la fiabilidad del vehículo y la nueva tecnología y marcando un paso significativo hacia la creación de un sistema de transporte ferroviario más limpio y sostenible.
Las nuevas pruebas son fruto del trabajo conjunto de las empresas que colaboran en el proyecto. Adif, como administrador de infraestructuras, emitió en su momento una nueva consigna que permite la circulación en pruebas por la infraestructura española de la nueva tecnología de hidrógeno. Renfe Operadora aporta el tren y los maquinistas a las pruebas y CAF como fabricante realiza la transformación del tren demostrador CIVIA 463 y lidera todas las pruebas realizadas. El proyecto cuenta además con la participación de Instituto Aeroespacial Alemán (DLR), Toyota, Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), Infraestructuras de Portugal (IP) y Stemmann Technik (STT),
El objetivo principal de las nuevas pruebas en la línea de Soria es evaluar las prestaciones del tren híbrido bimodal de pilas de combustible en la nueva línea, ampliando el rango de condiciones de potencia y demanda energética y simulando diferentes servicios comerciales. El tren demostrador del proyecto FCH2Rail representa una solución innovadora que combina la eficiencia de las pilas de combustible con el almacenamiento en baterías y permite circular con catenaria en tramos electrificados, posibilitando un uso más eficiente de la energía y una mayor autonomía. Además, esta tecnología asegura un producto de cero emisiones con unas prestaciones de explotación competitivas en comparación con los sistemas de propulsión diésel tradicionales.
Con este hito, España se posiciona como un líder en la adopción de tecnologías ferroviarias sostenibles, lo que promete un futuro más limpio y ecológico para el transporte ferroviario en el país y en Europa.
El proyecto comenzó a principios de 2021 y su finalización está prevista para finales de 2024. Cuenta con un presupuesto de 14 millones de euros, 10 de los cuales están financiados por la Clean Hydrogen Partnership, antes FCH2 JU, una agencia de la Comisión Europea dedicada a promover el desarrollo del hidrógeno y las pilas de combustible.