En la mañana de este sábado 8 de junio se ha celebrado en Cañada Honda una nueva edición del Lavalenguas. El monte de Valonsadero se ha vuelto a llenar de sorianas y sorianos, gente de la provincia y de fuera, que han acudido para disfrutar del encierro de la mañana. Los caballistas y los mozos se han afanado junto con los pastores para intentar ir introduciendo poco a poco en los corrales de Cañada Honda a todos los novillos. La mañana estaba algo nublada, pero sobre todo cubierta con mucha calima. También con una gran cantidad de polen en el ambiente. Algo que han constatado desde el puesto de Cruz Roja, ya que la atención por alergias durante la mañana ha sido una de las más numerosas.
El primero de ellos entraba muy temprano. Pero en el segundo intento han estado a punto de entrar los once restantes. Esto provocó los silbidos del público. Silbidos porque veían cómo se iba a producir un encierro del ganado en la mañana del Lavalenguas extremadamente corto.
Poco a poco iban entrando el resto de los novillos. Lo hacían ayudados, además de por los caballistas, por los mozos que se encontraban en la zona. Mozos y mozas que acostumbran a ir acompañados, los que tienen suerte y pueden con capote, y los demás con jerseys o paraguas. Casi con cualquier elemento que ideen para llamar la atención del astado.
La jornada de la mañana dejó algunos sustos. Entre ellos la caída de un caballista contra el muro cercano al cierre de la puerta sur de Cañada Honda.
La mañana del Lavalenguas nos dejaba estas imágenes.