Portaba un teléfono móvil conectado a una microcámara que llevaba en el ojal de la camisa. También un auricular diminuto en el oído por el que recibía las respuestas del examen.
En el marco de la habitual colaboración existente entre la Guardia Civil y la Jefatura de Tráfico de Soria, con ocasión de la realización de pruebas de conocimientos teóricos para la obtención o la recuperación del permiso de conducir, por suspensión judicial o administrativa, el pasado día 29 de julio se sorprendió a una persona residente en la provincia de Barcelona, utilizando medios ilícitos mientras realizaba una de estas pruebas en Soria.
Durante el desarrollo de la prueba se observó como una persona evidenciaba un notorio nerviosismo. Y tras un examen superficial posterior, se pudo verificar que utilizaba medios electrónicos ocultos para recibir las respuestas a las preguntas del examen. Estos medios ocultos consistían en un teléfono móvil conectado por cable a una microcámara adosada en el ojal de la camisa. Así como un receptor telefónico que conectado vía bluetooth a un auricular diminuto alojado en el interior del oído. De esta forma terceras personas le facilitaban las respuestas a las preguntas del test de examen.
Tras la finalización de la prueba y una vez constatado el intento fraudulento de realización del examen, el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, intervino los citados medios técnicos, cuya utilización lleva aparejada la declaración de “no apto” en la citada prueba de concurrente, tal y como dispone el art. 57 del Reglamento General de Conductores y el punto 4 del apartado A de su Anexo VI.
En la reforma de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial, pendiente de aprobación, se contempla como infracción muy grave cometer fraude en los exámenes de conducir usando dispositivos de intercomunicación, con una sanción de 500 euros de multa y hasta un período de seis meses sin poder examinarse nuevamente.