La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural ha recibido de conformidad el informe técnico sobre el control arqueológico vinculado a las obras de restauración de la Muralla de la Puerta del Mercado de Almazán y de regeneración de su entorno, promovidas por el Ayuntamiento de la localidad.
La intervención arqueológica ha permitido documentar evidencias que abarcan desde la Prehistoria reciente hasta el siglo XX.
Los hallazgos más antiguos corresponden a estructuras negativas situadas intramuros, cerca de la Puerta del Mercado. En relación con las primeras fases defensivas, se han identificado restos de un pequeño muro anterior al trazado actual y la impronta de una construcción posiblemente islámica, realizada con técnica de tapial.
El núcleo de los trabajos se ha centrado en la muralla medieval, levantada entre los siglos XII y XIII, coincidiendo con la consolidación de Almazán como Comunidad de Villa y Tierra. Esta muralla, homogénea y sin torres —sustituidas por quiebros—, se asienta sobre la roca. También se ha documentado la Puerta del Mercado, que conserva elementos defensivos relevantes pese a reformas recientes, y cuya construcción parece contemporánea al recinto amurallado.
Se ha constatado además una obra defensiva complementaria, erigida entre los siglos XIV y XV en el contexto de las luchas nobiliarias castellanas, que se corresponde con una barrera y un foso. Se han exhumado unos 220 metros de la barrera y restos del puente original de madera que salvaba el foso, con vigas de más de 8,5 metros, sustituido posteriormente por uno de fábrica.
En el espacio extramuros se ha documentado su uso como centro alfarero. Aunque hay referencias desde el siglo XIV, la actividad se consolidó a finales del XVI y se intensificó en el XVII. En 1725, un incendio obligó a trasladar los alfares fuera del recinto. El Catastro de Ensenada (1753) registra 19 alfareros, tres junto a la Puerta del Mercado. Las excavaciones han sacado a la luz seis hornos, un extenso testar y evidencias de reformas continuas. También se ha identificado la caseta de aduana en la Puerta de Berlanga, demolida en 1962.
Finalmente, se ha constatado el proceso de destrucción y abandono de los siglos XIX y XX: en 1813 el general Durán ordenó la demolición del castillo y parte de la muralla; en 1872 el Ayuntamiento autorizó usar la piedra defensiva para obras particulares; la Puerta de Berlanga fue derribada en 1886 y el foso se convirtió en vertedero. Las acciones de recuperación no comenzaron hasta la década de 1970, culminando con las intervenciones del actual Plan Director.




