La Casa Fuerte de los Beteta se encuentra en riesgo de desaparición desde el año 2016, cuando el Ayuntamiento de Soria y la Comisión Provincial de Patrimonio emitieron un informe favorable su derribo pese a las reclamaciones para su protección.
Desde ahora, La Casa Fuerte de los Beteta forma parte de la Lista Roja del Patrimonio gracias a una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, quienes pretenden «dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro».
Según cuenta esta Asociación, se trata de un edificio del siglo XV, una casa fuerte que era propiedad de un rico judío quien, tras su expulsión en 1492, la vendió a la familia de los Beteta, alcaides del Castillo. Durante el siglo XVI sirvió de hospedaje de nobles que acudían de visita a Soria, entre los que se pueden destacar a Felipe II y Santa Teresa de Jesús, que recibió la bendición del Obispo de Osma desde uno de sus balcones cuando se desplazó para fundar el Convento de la Santísima Trinidad.
Así, en 1603 el palacio sufrió un incendio salvándose sólo la torre, que siguió estando habitada, siendo la última propietaria noble que la habitó la III Duquesa de Fernán Nuñez quien lo vendió en 1855. Por estas fechas, el edificio comenzó a denominarse erróneamente como Torre de Doña Urraca ya que, según una leyenda del siglo XIX, la reina había sido encerrada aquí. Tiempo después fue una pensión llamada “Posada de la Gitana” y más tarde pasaría a ser propiedad de la familia Ruiz Pedroviejo quienes construirían en parte de este solar los “Garajes de Gonzalo Ruíz”.
De esta manera, la Casa Fuerte de los Beteta mantiene el título de Bien de Interés Cultural (BIC) y sigue catalogado dentro del Conjunto Histórico del Casco Antiguo de Soria.
Por esta razón, desde La Lista Roja del Patrimonio han señalado que la Modificación Puntual de la ordenación de la manzana (2020) prevista por el Ayto. de Soria pretende acabar con una parte importante de la historia. «Plantear la desaparición del único ejemplo de esta tipología que conserva el casco antiguo atenta contra la protección y la conservación del conjunto histórico de la ciudad», han explicado.
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