El sistema de registro de fallecimientos usado por la JCyL, podría haber sospecha de algún caso de COVID, pero sin certeza de que la muerte fuera causada por COVID.
En el certificado de defunción se extrema la concreción de la determinación de la causa de la muerte, lo que hace que «las tres cifras sean verdad: el exceso de mortalidad de Soria en el año 2020 respecto al año anterior es así. Los 52 fallecidos registrados por la historia clínica electrónica y la base de datos de tarjeta sanitaria, lo recoge, pero a lo mejor, puede haber una sobreestimación. Y los 16 (fallecidos) que el Registro Civil identifica en marzo son causa cierta de muerte por COVID».
Casado destacaba que ha agradecido mucho «este estudio del Registro Civil, porque lo demandábamos desde el momento 1, porque nos parecía que era un dato muy importante. Que los fallecimientos son muy importantes. Que los fallecimientos no son números, son personas, son seres humanos; y lo que necesitábamos era una fuente primaria». Por ello se siguió investigando otras fuentes, «porque no nos valía simplemente el dato del hospital y la PCR porque nos parecía que estaba infradimensionado».