La Junta de Castilla y León ha promovido la realización de un estudio arqueológico en la fortaleza islámica de Gormaz, con la finalidad de disponer de información sobre algunos aspectos desconocidos de la misma, de forma previa a las actuaciones que se puedan planificar próximamente de acuerdo con el Plan Director redactado recientemente.

Dado el interés histórico, monumental y arqueológico de este inmueble, así como sus características específicas, extensión, implantación en el paisaje, entorno socio-económico, etc., la fortaleza de Gormaz es uno de los edificios de mayor interés histórico y arqueológico de la provincia de Soria, y sin duda la fortaleza más espectacular de su época en la península ibérica.

Teniendo en cuenta que las últimas intervenciones realizadas no han ido precedidas de estudios arqueológicos, sino de controles sujetos a las necesidades de la obras de restauración, desde el Servicio Territorial de Cultura y Turismo se considera necesario realizar una serie de comprobaciones arqueológicas previas con el objetivo de conocer determinados aspectos, como la naturaleza del muro interior o primitivo del Castillo, la estratigrafía del recinto o las cotas históricas de uso, todos ellos fundamentales para la redacción de futuros proyectos y para la interpretación y divulgación del Castillo.

Nuevos estudios

La actuación que acaba de adjudicar la Junta de Castilla y León a la empresa BARAKA,  por un importe total de 17.726,50 euros, consistirá en realizar un corte estratigráfico transversal de 20 x 3 metros en el sector central de la fortaleza, zona de estrechamiento del patio de armas situada entre la zona de acceso al alcázar y la muralla norte.

Con ello, se trata de documentar qué ocurre al conectar la torre interior existente en planta con la puerta en codo con arco califal y la segunda puerta posterior (ambas situadas enfrente de dicha torre), además con la posibilidad de documentar en planta (en el frente interno norte) el primitivo recinto realizado en tapial de tierra y su relación con el forro exterior de piedra realizado con posterioridad y la relación de ambos recintos con la mencionada torre interior.

Esta actuación que cuentan con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y será coordinada desde el Servicio Territorial de Cultura y Turismo.

Actuaciones recientes

De propiedad municipal, el Castillo goza de la máxima protección y tutela al estar declarado Bien de Interés Cultural (1931) y fue objeto de varias campañas de excavación arqueológica, bajo la dirección de J. Zozaya, durante los años 70 del pasado siglo, así como de diversos proyectos de restauración promovidos por el Ministerio de Cultura y la Junta de Castilla y León durante los años 1982, 1990, 2000 y 2007.

En el año 2016, con una inversión de unos seis mil euros,  la Junta realizó un exhaustivo levantamiento fotogramétrico del castillo, disponiendo del oportuno material gráfico de las geometrías y características físicas de la totalidad del inmueble. Estos trabajos se han mantenido por la Consejería de Cultura y Turismo desde entonces, con una inversión de unos 26.300 euros, destinados a documentar excavaciones antiguas, realizar análisis de la documentación de materiales y nuevas prospecciones; señalética y diagnóstico y realización de un plan de actuación, etc.

Además, en el pasado año y por un importe de 18.029 euros, la Junta adjudicó Fernando Cobos Estudio de Arquitectura, SLP, la redacción del Plan Director del Castillo de Gormaz, que diagnostica su estado y planifica su gestión, uso y puesta en valor.

Castillo de Gormaz

La Fortaleza Califal de Gormaz, uno de los monumentos más importantes de Castilla y León, fue edificada en época de Al-Hakam II (S.X) sobre restos anteriores, con el fin de reforzar la frontera al norte del Duero y como centro militar de apoyo a Medinaceli, que en aquel momento era la capital de la marca media musulmana. Por sus excelentes condiciones de visibilidad y su situación estratégica fue tomada por cristianos y musulmanes en multitud de ocasiones hasta su conquista definitiva por Fernando I, en 1059. Con los Reyes Católicos perdió su carácter militar pasando a utilizarse como cárcel.

El recinto amurallado, que se adapta a la topografía del cerro, tiene un perímetro de casi un kilómetro y una longitud aproximada de 370 metros. Las murallas están reforzadas con 22 torres macizas almenadas, la mayoría de las cuales sobresalen del lienzo. Los muros están construidos en sillería a soga y tizón en la parte inferior con sillarejo en la parte superior.

En origen se accedía al recinto a través de la imponente puerta califal y de la desaparecida puerta en codo, ambas en el muro sur, existiendo otras dos entradas menores o poternas. Destacan, además del recinto amurallado y la puerta califal, otros elementos singulares como la alberca, el alcázar con la torre del homenaje, restos de construcciones, aljibes y paso de ronda o las estelas decoradas del paramento occidental.

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