Con motivo del 19.º Día Europeo en Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha presidido en Valladolid el acto institucional en el que el Gobierno autonómico ha conmemorado a las víctimas del terrorismo en todo el mundo, una fecha que coincide con el terrible ataque terrorista perpetrado en Madrid el 11 de marzo de 2004, en el que fueron asesinadas 192 personas y 1.893 resultaron heridas.
Durante su intervención, el vicepresidente ha remarcado la importancia de seguir celebrando días como este “para no olvidar lo que supuso, y sigue suponiendo, el terrorismo para España”, y ha criticado que pretendan imponernos un “ejercicio de amnesia colectiva” que impida que recordemos a “las víctimas del terrorismo, los heridos, los mutilados, los amenazados y los desplazados dentro de España que tuvieron que marcharse a vivir a otras partes de España fruto de la persecución del terrorismo”.
García-Gallardo también ha alertado sobre la “fragilidad” de las “libertades conquistadas”, una libertad que según el vicepresidente “debemos cuidar todos los días”. “Es importante que hagamos periódicamente ejercicios de memoria colectiva para que todos estos atentados no se olviden y que las víctimas tengan el reconocimiento que merecen. El terrorismo en España ha determinado nuestra vida cotidiana durante mucho tiempo y lo sigue determinando”, ha lamentado.
A renglón seguido, el vicepresidente de la Junta ha afeado a aquellos que pretenden proyectar la imagen de que hubo “un conflicto en el País Vasco entre partes equidistantes”. “Nada más lejos de la realidad”, ha proseguido, explicando que “los asesinos escogían a las víctimas” y que estas (las víctimas) “no eligieron ser héroes”. “Estas víctimas han sido héroes involuntarios de nuestra democracia. Ahora, gracias a su ejemplo de dignidad y de resistencia democrática, disfrutamos de un Estado de derecho que merece toda nuestra protección”, ha declarado.
El vicepresidente también ha tenido palabras de reconocimiento para el cónsul honorario de Francia en Valladolid, Francisco Javier Artacho, recordando a la última víctima de ETA, el brigadier de la Policía Nacional de Francia, Jean-Serge Nérin, en marzo de 2010.
“Mientras no haya esa reparación, no se podrán cerrar heridas”
Por último, García-Gallardo ha asegurado que desde la Junta se va a seguir reclamando “justicia, reparación y dignidad” para todas las víctimas del terrorismo, mención especial a las todavía 379 causas de terrorismo de ETA “sin juicio justo”. “Mientras no haya esa reparación, no se podrán cerrar heridas”, ha revelado.
Como Comisionado para las Víctimas del Terrorismo del Gobierno de Castilla y León, García-Gallardo ha animado a todos los jóvenes “a que se aproximen a las víctimas del terrorismo”, que, como ha subrayado, “siempre van a tener nuestro apoyo en su reclamación de verdad, de dignidad, de memoria y de justicia”. “Debéis saber que no estáis solos, que os vamos a acompañar en este duro camino. Vamos a seguir peleando por vuestras reivindicaciones y dándoos el apoyo y el reconocimiento que merecéis como héroes de nuestra democracia”, ha remachado.
El acto, al que también ha acudido el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, ha contado con la participación de los alumnos del colegio Nuestra Señora del Rosario de Valladolid. Además, se ha llevado a cabo la presentación y proyección del cortometraje ‘27 minutos’, del director Fernando González Gómez. Un filme en el que se narra el dramático asesinato de Hortensia González Ruiz y su pareja Antonio Ramírez Gallardo, guardia civil destinado en el País Vasco, el Día de Reyes de 1979 a manos de ETA. Después del tiroteo en el vehículo de ambos, el claxon estuvo sonando durante 27 minutos sin que nadie se acercara a socorrerles.
La actuación poético-musical ‘in memoriam’ a cargo de Teresa Rosado de Ancos, profesora del Conservatorio Profesional de Música de Palencia, y Luis Enrique Valdés Duarte, director de la Villa del Libro de Urueña; la ofrenda floral a los pies del monolito del escudo de Castilla y León; y un minuto de silencio, completaron el acto en memoria de las Víctimas del Terrorismo.
