En las últimas semanas, la situación del suministro de materias primas para piensos empieza a alcanzar límites críticos, lo que podría acarrear problemas para la elaboración de los mismos y su objetivo final: la alimentación de nuestros animales.
Esta situación, de la que la Asociación Catalana de Fabricantes de Alimentos Compuestos (ASFAC) ya lleva tiempo alertando, se está agravando, ya que, al incremento continuado de precios de las materias primas (cebada, maíz, maíz, soja, aceites vegetales, etc.) desde el segundo trimestre de 2020, se le suma ahora el aumento del coste de la electricidad y del gas natural.
A esto se le añade la falta de repuestos de maquinaria para las instalaciones de elaboración de piensos, la inestabilidad en el precio de los suministros y una posible huelga de transportes prevista para la semana de Navidad que tendría impacto directo en el abastecimiento de piensos a las granjas y afectaría a toda la cadena hasta llegar al consumidor final.
Con esta situación de “tormenta perfecta” muchos fabricantes están preocupados, ya no sólo por reflejar estos costes a los siguientes niveles de la cadena, que pueden llegar a afectar en poco tiempo al consumidor, sino porque cualquier pequeña distorsión o falta de suministros en las próximas semanas podría ocasionar problemas graves a la hora de alimentar a los animales.
Este escenario impactaría directamente en los supermercados y, teniendo en cuenta el complicado momento que vive el comercio mundial, podríamos ver próximamente problemas en el abastecimiento de carne, huevos, leche y otros productos.