El Consejo de Gobierno de la Universidad de Valladolid, reunido este jueves en la Sala de Juntas del Palacio de Santa Cruz, ha aprobado el proyecto de presupuesto para el ejercicio 2026, lo que permitirá que, por segundo año consecutivo en su historia reciente, la UVa cuente con un nuevo presupuesto al comienzo del ejercicio 2026 y no tenga necesidad de prorrogar su presupuesto anterior.
La vicerrectora de Economía ha destacado en su intervención que este presupuesto puede ser calificado de “responsable, donde lo que más se valora son las personas que componen la comunidad universitaria a pesar de la disminución en los ingresos”.
El presupuesto de la Universidad de Valladolid para el próximo año asciende a 260 millones de euros, 200.000 euros menos que el presupuesto aprobado para el ejercicio del 2025, lo que supone una disminución en términos porcentuales del 0,08%. La Universidad de Valladolid, “en un ejercicio de prudencia presupuestaria”, recoge en sus cuentas para 2026 el gasto de personal autorizado por la Consejería de Educación para el año en curso, 2025, y éste necesariamente se verá modificado a lo largo del próximo ejercicio, dada la subida salarial aprobada para los empleados públicos para el 2026.
Desde el punto de vista de los ingresos, lo más destacable es el incremento en un 9% de las transferencias corrientes provenientes de la Junta de Castilla y León para llevar a cabo el pago de las nóminas de los empleados de la Universidad de Valladolid, así como para la contratación de nuevo personal que permita rejuvenecer la plantilla. Este incremento compensa en parte la disminución de las transferencias de capital que se producen fundamentalmente por la disminución de fondos captados por los investigadores y la universidad vinculados al mecanismo de recuperación y resiliencia.
En este capítulo cabe subrayar dos cuestiones: por una parte, el ingreso de dos millones de euros de recursos propios, derivados de los fondos captados por la firma de contratos con empresas e instituciones externas, por la prestación de servicios por parte de la Universidad de Valladolid. Por otra parte, el hecho de que aunque la Universidad de Valladolid ha aumentado el número de alumnos en más de un 4%, la disminución en el precio de la matrícula ha hecho que presupuestariamente no se produzca apenas variación en los ingresos obtenidos a través de este concepto.
Por lo que se refiere al capítulo de gastos, el presupuesto recoge la cantidad máxima autorizada por la Junta de Castilla y León en el capítulo 1 (personal) para 2025, lo que implica un incremento de la suma destinada al personal en más de un 5.30%, cantidad que se verá modificada al alza a partir de enero. Sobresale la disminución del gasto corriente en casi un 1% y destaca la reducción continuada de la factura energética, asociada este año a la puesta en funcionamiento de las placas fotovoltaicas instaladas en los campus de la Universidad de Valladolid.
En cuanto al gasto destinado a becas y ayudas a los estudiantes, pese al actual escenario de contención presupuestaria, éste se incrementa en más de un 2,3% respecto al ejercicio anterior. Con los gastos de personal, es el único epígrafe que se incrementa en términos globales.
El capítulo 6 de inversiones reales disminuye en más de 9 millones en el presupuesto de 2026, principalmente por la disminución de fondos europeos para llevar a cabo proyectos de investigación y la adquisición de infraestructura científica. La caída de las inversiones está relacionada también con una bajada del gasto en infraestructuras al haber finalizado la construcción de la nueva Facultad de Enfermería en Segovia y estar muy avanzada en el campus de Palencia la adaptación energética a partir de los Fondos del Plan Territorial de Transición Justa de España (2021-2027).
Los miembros del Consejo de Gobierno han aprobado igualmente el nuevo Manual de Identidad Visual Corporativa de la Universidad de Valladolid, una actualización que sustituye a la normativa vigente desde 2008 con el objetivo de reforzar la Marca UVa, adaptar la imagen institucional a los nuevos soportes digitales y mejorar su visibilidad. La propuesta, defendida por la vicerrectora de Comunicación, Cultura y Deporte, mantiene un enfoque continuista para respetar el legado histórico de la institución e introduce una depuración técnica del escudo oficial para aportar mayor claridad visual mediante el ajuste de grosores y trazados, manteniendo siempre los elementos geométricos característicos y el sello establecido en los Estatutos de la UVa.
Entre las principales novedades destaca el cambio en la disposición de la denominación de marca, que pasa a estructurarse en dos líneas para maximizar su presencia en cualquier formato, además de la adopción de tipografías libres y accesibles que facilitan su uso compartido por toda la comunidad universitaria. El nuevo manual pone un énfasis especial en la integración armónica de las distintas estructuras de la universidad, como facultades, escuelas y servicios, de modo que sus marcas propias convivan con la identidad general de la UVa bajo una visión de conjunto.
El documento incorpora por primera vez un apartado específico para aplicaciones digitales que regula el diseño de firmas de correo electrónico, portadas para retransmisiones digitales y formatos adaptados a las principales redes sociales. Como próximos pasos tras esta aprobación, la Universidad tiene prevista la creación de una plataforma web dedicada a la imagen corporativa donde se ofrecerán plantillas y recursos para promover el uso correcto de la marca, iniciando así una implantación progresiva que convivirá con las versiones anteriores hasta completar la transición a la nueva identidad.
Entre otros asuntos del orden del día, el Consejo de Gobierno de la UVa ha aprobado el convenio entre la Universidad de Valladolid y la Diputación provincial de Palencia para la desadscripción de la Escuela Universitaria de Enfermería «Dr. Dacio Crespo» de Palencia. Asimismo, se ha dado luz verde a la creación de la Facultad de Enfermería «Dr. Dacio Crespo» en Palencia. Este es el siguiente paso del proceso que comenzó el pasado 29 de julio, cuando se firmó un protocolo de actuación entre ambas instituciones en el que se establecieron las bases para la desadscripción de la Escuela Universitaria de Enfermería de la Diputación de Palencia y la futura creación de una Facultad de Enfermería de la Universidad de Valladolid en Palencia.
La asunción de los estudios de Enfermería por parte de la UVa se llevará a cabo de forma secuencial, en cuatro años, y se iniciará con el primer curso del Grado en Enfermería en el año académico 2026-2027, completándose en el año académico 2029-2030, de modo que cada año académico se incorpore un nuevo curso. Este proceso permitirá a la UVa asumir la gestión directa del centro, dotándolo de la estructura organizativa, académica y de recursos humanos, y materiales necesarios para desarrollar plenamente sus funciones docentes, investigadoras y de transferencia del conocimiento.
En la nueva facultad se impartirá el Grado en Enfermería, con una capacidad inicial de 100 plazas de nuevo ingreso por curso académico. El centro dispondrá de las instalaciones actualmente utilizadas por la Escuela Universitaria de Enfermería «Dr. Dacio Crespo», que serán cedidas gratuitamente a la Universidad de Valladolid.
Asimismo, el Consejo de Gobierno ha aprobado la creación de dos cátedras:
La “Cátedra UVa–Clúster AEICE: Construyendo un hábitat de vanguardia», impulsada por la Escuela de Arquitectura (ETSAVA), en colaboración con AEICE, Clúster de Hábitat Eficiente. Y la “Cátedra Innovación y estrategias avanzadas en cuidados de enfermería y estilos de vida saludables», a propuesta de la Facultad de Enfermería en colaboración con el Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda, la Diputación de Valladolid y el Colegio de Enfermería de Valladolid.
Previo al debate de los anteriores puntos, los miembros del Consejo de Gobierno han aprobado la concesión del Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Valladolid a Romilda Rizzo, a propuesta de la Facultad de Comercio y Relaciones Laborales (Departamento de Economía Aplicada y el Grupo de Investigación Reconocido en el ámbito de la Economía de la Cultura de la Universidad de Valladolid). La profesora Rizzo es una académica de gran reconocimiento internacional en el ámbito de la Economía de la Cultura que ha contribuido de forma notable a la consolidación de esta materia como disciplina científica específica en el campo de la Economía. Gracias a su trabajo ha abierto nuevos temas de análisis, particularmente en la economía del patrimonio histórico, economía de la arqueología, valoración económica de bienes culturales, evaluación de políticas y análisis de la eficiencia de instituciones culturales.
