El obispo de la Diócesis de Osma – Soria, Mons. Abilio Martínez Varea, ha explicado que la voluntad por parte de la Diócesis es que en «los frescos, que es lo más urgente y hay que conservarlos, hay que quitar el problema de las humedades. Las pinturas se deterioran con la humedad. Hay una buena voluntad para que ese problema se solucione. El primer paso es la declaración de BIC, y luego hay que estar en contacto con la Junta y las instituciones que quieran colaborar en la recuperación y rehabilitación de la ermita de San Saturio, que es un distintivo e identidad de Soria, y es visitada por todos los que vienen a la ciudad».
Martínez Varea indica que «estamos en el camino de arreglar este problema, en concreto, el de las pinturas. Se ha pedido un informe para poderlas arreglar. El arreglo de las humedades de la ermita corresponde a la diócesis y al cabildo de la concatedral de San Pedro, encargado de administrar estos arreglos. Pero contamos muchas veces con instituciones como la Junta o la Diputación, y ayuntamientos, que también suelen colaborar. La Diócesis está en ello, en diálogo permanente con la Junta».