Los sorianos reeditan el 3-1 de la jornada sabatina en un encuentro todavía más igualado y duro en el que tuvieron que remontar
Río Duero Soria se ha clasificado para la final de la Superliga Masculina de Voleibol por primera vez en su historia bajo esta nomenclatura, y se medirá a CV Guaguas el próximo fin de semana en Los Pajaritos, después de imponerse en el tercer encuentro de las semifinales por 3-1 ante Pamesa Teruel Voleibol. Un resultado similar al de la jornada sabatina, pero más disputado y equilibrado si cabe.
El encuentro no tuvo tregua, los dos equipos se entregaron a fondo en una batalla tanto de juego como mental donde los sorianos lograron imponerse por una mejor gestión de los momentos más decisivos. Además de los momentos decisivos, los de Alberto Toribio tuvieron que exprimir al máximo su competitividad y fortaleza mental, ya que tuvieron que remontar en el marcador ante el 0-1 inicial.
La primera lección de fortaleza mental la puso sobre la mesa el equipo de Máximo Torcello. Después de la derrota del sábado, con un último punto cedido por un grave error de los que hacen mella, los naranjas saltaron a la cancha muy metidos en el partido. De hecho, así lo hicieron los dos equipos, imprimiendo mucho ritmo, jugando como si una continuación del duelo anterior se tratara (7-7). Teruel parecía hacer más daño con el saque en los primeros compases, pero Soria lograba salir adelante en ataque con inspiración. En esa pugna, los sorianos tuvieron un primer intento de fuga con 13-11, que el cuadro naranja neutralizó con rapidez (13-13). Sin embargo, un nuevo parcial de 3-0 para Soria, situaría un 16-13 más significativo, en buena parte, por el paso al frente de la recepción soriana, que ahora daba más opciones a Lucas Lorente en la dirección del juego. El choque se decantaba para los sorianos con 19-15 y Torcello tenía que parar el juego con un tiempo muerto que iba a dar sus frutos, sobre todo, porque Pernambuco llegaba al saque y sembraba de dudas el juego celeste (19-21). Los naranjas no solo habían dado la vuelta al marcador, sino que se mostraban más inspirados que el rival, cerrando el set en su segunda oportunidad (24-26).
El segundo parcial iba a ser una prueba de fuego para Soria, pues el factor anímico entraba en juego, con los sorianos más espesos en su juego y los turolenses dispuestos a seguir aprovechando su momento, especialmente gracias a un juego por el centro imparable (3-7). Toribio paraba el juego con un tiempo muerto que iba a ser rehabilitador para los suyos, que con un 6-7 evitaban males mayores. Sin embargo, las sensaciones seguían siendo que los sorianos no acababan de dejar atrás la derrota del set anterior (11-14), lo que forzaba a Toribio a solicitar su segundo tiempo muerto. A partir de ese momento, los celestes fueron ajustándose, metiéndose de nuevo en el choque y ganando volumen de juego, animados por recortar diferencias y ponerse por delante en el marcador (16-15). Río Duero Soria iba a dejar atrás definitivamente sus dudas, en buena medida, ante la determinación de Pelegrín Vargas, que además de presionar con su saque, se mostraba exquisito en recepción y letal en el remate. Teruel ya no se sentía cómodo, y no pudo detener a su rival (25-20).
Con el 1-1 en el marcador, los dos equipos parecían enfocar el juego desde un equilibrio tanto de intensidad, como de capacidad y de gestión del escenario de juego. De hecho, los sorianos iban a llevar la iniciativa en el marcador, con varias ventajas importantes como el 14-8 que obligaba a Torcello a parar el juego, pero la sensación seguía siendo de igualdad, y de hecho Teruel, liderados por un espléndido Rubén Lorente, llegaba a neutralizar a su rival justo a tiempo por pelear por la manga (22-22). Sin embargo, después del equilibrio a 23, se produce de nuevo un desenlace dramático para los aragoneses, el bloqueo naranja cierra un remate de Moreno que pasa el apoyo de Soria al campo rival propiciando una acción franca de ataque que se apunta el cuadro celeste con el bloqueo. Acto seguido, punto directo de saque de Junior después de que la recepción de Coutinho se fuera a la red y esta jugara una mala pasada a Lorente (25-23).
El 2-1 ponía la presión en el lado de Pamesa Teruel Voleibol, que además acusaba el golpe en el inicio con un 4-0 adverso. Pero los de Torcello, que solicitaba tiempo muerto, por enésima vez mostraban ser un equipo muy fuerte a nivel mental y dejaban atrás la crisis por la vía rápida (6-6). El duelo, que ya había dejado acciones de larga duración, con defensas imposibles, remates espectaculares y mucho más, entraba en la fase de mayor igualdad en el tanteo. Cada punto se iba a replicar en el marcador, con algunas alternativas por la mínima a favor de uno y otro equipo, lo cual hacía aún más impredecible el desenlace. Llegado el 21-22, una decisión arbitral deja sin efecto un contragolpe montado por Edwards (22-22). A partir de este lance, un error de remate de Vildósola y otro de Pernambuco brindan el primer punto de partido para Soria (24-22), siendo un error de saque de Téllez el que cerraría la semifinal en 25-23, convirtiendo Los Pajaritos en una nueva fiesta para la afición celeste.