El Ayuntamiento de Langa de Duero tendrá un cambio en el sillón de alcaldía. Se cumplirán en el mes de julio dos años desde que Francisco Javier Barrio Alonso, de Ciudadanos, tomara el bastón de mando de alcalde. Tras las elecciones, su partido llegó a un pacto con el PSOE para poder cogobernar en un reparto de dos anualidades para cada uno. Agotadas las dos primeras, es el turno de la socialista Rosa Pérez.
Pérez reconoce que los dos años en los que Francisco Barrio ha estado al frente ha sido «una etapa muy dura. Paco lo ha tenido muy difícil. Afortunadamente en Langa no hemos tenido que lamentar casos graves, pero ha sido una etapa realmente dura y hay que reconocer la generosidad de Paco en este tiempo».
La futura alcaldesa asegura que se continuará con el pacto hasta 2023, y que se traspasarán los poderes de forma «natural, no traumática». «Los vecinos votaron por un cambio, fue claro y patente, y esa voluntad del pueblo tiene que seguir adelante, manteniendo el pacto, y la fidelidad. Todo lo que se han comprometido tanto un partido como otro para seguir gobernando hasta 2023» asegura Pérez.
PROYECTOS
Dentro de los proyectos que quieren acometer en su mandato, Pérez señala la importancia de realizar una programación cultural «para todo el año». Asegura que el interés es que todos los que viven en Langa de Duero durante los 365 días del año puedan disfrutar de eventos culturales, y que no se concentren sólo en verano. «La gente que vive en el medio rural tiene todo el derecho de tener una vida cultural plena y eso se lo debemos facilitar los ayuntamientos».
En la primera quincena de agosto, gracias a una red de pueblos de Castilla y León, se ha organizado una serie de eventos en relación al Quinto Centenario de las guerras comuneras. Se contará con una programación importante, para revisar la historia de la localidad, mediante una exposición que se albergará en la segunda planta de la torre del Castillo de Langa. «Música, teatro, talleres, gastronomía, una programación muy transversal» afirma Rosa.
También se pone la vista en el empleo, mediante el impulso de «espacios de co-working, o generar proyectos que generen empleo y diversidad. No nos centraremos tanto en el patrimonio, porque tenemos muchos espacios recuperados, y tenemos que dotarles de vida».




