El matador de toros José Ignacio Uceda Leal puso el broche de oro al XXXIX Ciclo Taurino de Navidad que se ha desarrollado en Soria en el salón Gerardo Diego del Círculo Amistad Numancia.
El torero madrileño con su palabra hizo las delicias de un público soriano que abarrotó el salón. «El toreo es mi filosofía de vida, mi forma de ser», fueron sus primeras palabras para comenzar un repaso de su trayectoria desde sus inicios de la mano del torero Pacorro, su paso por la escuela taurina de Madrid con su profesor Gregorio Sánchez hasta su alternativa de manos de Curro Romero con Julio Aparicio de testigo en Madrid.
Uceda Leal recordó también cómo su padre fue su principal partidario, a la vez, de su máximo exigente. El torero habló de sus diferentes apoderados, de sus tardes importantes en Las Ventas como aquella tarde con los victorinos, cuando se encerró con seis toros en esa plaza, del toro del Cortijillo o de sus últimas tardes donde su toreo ha ganado en madurez, poso y sabiduría.
Defendió «la suerte de matar», en la que destaca especialmente, pero reconoció que su toreo «es ante todo hecho desde el corazón, con el sentimiento». Uceda habló del miedo y de la forma de superarlo, de la liturgia del toreo que pasa en los detalles como vestirse de torero con torería y habló de sus cuatro referentes en el toreo que fueron Curro Vázquez, Antoñete, Ángel Teruel y Manzanares padre.
Tras un animado coloquio el acto culminó, así como y el ciclo taurino que ha contado con una charla con la ganadera María José Majeroni de Castillejo de Huebra, una mesa redonda en defensa del toro jubilo de Medinaceli y una velada flamenca con Lela Soto y Antonio Malena.