El sonido de las campanas en Almazán presagiaba el acontecimiento que se iba a vivir pocos instantes después. Llegaba, por fin, la procesión de Jesús Nazareno a las calles de la villa adnamantina. Una fiesta de Interés Turístico Regional que se prolongará hasta el primer domingo de septiembre. La imagen de Jesús Nazareno recorría así el trayecto entre su ermita y la iglesia del Campanario, ubicada en la zona alta de la villa.