Berlanga de Duero viajó al medievo este fin de semana por vigésimo segundo año desde que iniciara su Mercado Medieval. Actividades para grandes y mayores, con actuaciones de magia o pasacalles, hicieron las delicias de las familias que se acercaron hasta la localidad. Todo ello en una villa cuyo patrimonio monumental conservado con esmero, hace que el visitante se adentre rápidamente en ese espíritu de la Edad Media. Una gran cantidad de puestos locales, de la provincia y de todos los puntos de España, trajeron hasta la localidad productos típicos de este tipo de eventos.