La Vuelta Ciclista Junior se ha convertido en una estupenda plataforma para difundir la riqueza cultural, patrimonial y enológica de la Ribera del Duero.
Los buenos resultados obtenidos por la Vuelta Ciclista Junior a la Ribera del Duero, que se ha celebrado entre el 19 y el 22 de agosto en el territorio amparado por este marchamo de calidad vitivinícola, garantizan la continuidad de esta ronda ciclista ribereña que este año, además, ha estrenado reconocimiento oficial de la Unión Ciclista Internacional.
La alcaldesa de Aranda de Duero, cuyo ayuntamiento organiza la cita, Raquel González, así lo ha asegurado al término de la competición, dejando patente su disposición a seguir convocando la vuelta con el amparo de la UCI. “Tuvimos un momento de pensar, porque el reconocimiento UCI lo tuvimos en 2019 para la cita de 2020 como un gran reto al coincidir con la Ciudad Europea del Vino. Aunque hemos tenido un momento de duda de si seguir apostando por ser prueba UCI, creo que ha sido una decisión acertada. Lo estamos viendo este año con una gran repercusión y lo veremos en los próximos años”, ha subrayado la regidora.
Al término de la ronda , las buenas palabras han sido la tónica general entre los participantes, tanto deportistas y técnicos de los equipos participantes, más de 200 personas en total, como entre comisarios y representantes de la UCI. “Las cuatro etapas han sido muy divertidas. Ha sido una gran experiencia. No podría haber hecho conseguido la victoria sin el apoyo de mis compañeros y el respaldo de la gente”, ha reconocido el líder y ganador, el estadounidense Luca Scuriatti. Similares mensajes de respaldo a la organización de la Vuelta han llegado de responsables de los equipos y de representantes de la Unión Ciclista Internacional.
Excelente escaparate para la Ribera
La Vuelta se ha convertido, además, es un excelente escaparate para dar a conocer la cultura, el patrimonio y los vinos de la Ribera del Duero tanto a nivel nacional como, gracias a su carácter internacional, fuera de las fronteras del país. “La Vuelta nació de manera discreta pero sirve para unir las cuatro provincias, une territorio, muestra nuestras fortalezas a través del ciclismo y de gente joven. Igual que sirve para proyectar a estos jóvenes deportistas, también sirve para proyectar nuestra Ribera del Duero, ha recalcado Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero, principal patrocinador del evento.
Una promoción que, a juicio de los impulsores de la ronda, se hace extensiva también a los vinos de esta zona de calidad, cuyo nombre ha sonado en algunos de los países en los que tiene puestos los ojos el Consejo Regulador ribereño como destino exterior de su producto.
La Vuelta a la Ribera más internacional
La Vuelta Junior a la Ribera del Duero es la única prueba por etapas de su categoría con reconocimiento UCI de cuantas se celebran en España. En esta quinta edición, ha afrontado su convocatoria más internacional, con la participación de equipos de cinco países diferentes, EEUU, Francia, Portugal, Suecia y España que han traído en total corredores de once nacionalidades diferentes.
Durante sus cuatro etapas ha recorrido 331 kilómetros por las carreteras de las cuatro provincias que aportan territorios a la Ruta del Vino Ribera del Duero, Burgos, Segovia, Valladolid y Soria.
La prueba ha estado dominada desde la primera jornada por el equipo estadounidense Hot Tubes Development. Su corredor, Luca Scuriatti se ha proclamado vencedor de la Clasificación General y se ha llevado el maillot rojo ribera del Duero con el que se vistió en la contrarreloj por equipos de la primera etapa.
El pódium lo han completado sus compañeros, Matisse Julián, ganador también de los maillots de topos, Montaña, y rojo, Sprints Especiales, y Artem Shmidt, que se ha llevado el blanco que le acredita como mejor junior de primer año. El palmarés de la quinta edición lo han completado Pablo Rubio, del MMR Academy, mejor castellano y leonés, y el brasileño Víctor Paula, del MX Landeiro ,ganador de la clasificación de Metas Volantes.