La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, Isabel Blanco, ha mostrado este lunes la preocupación ante la «escasez de profesionales de determinados ámbitos que hay ahora mismo» en el ámbito de las residencias. Lo ha hecho durante la videoconferencia en la reunión del grupo de trabajo ‘Residencias y COVID-19’, convocada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Blanco ha puesto de ejemplo el personal de enfermería, que durante el estado de alarma tuvieron una homologación de títulos rápida, y se permitió que los profesionales que estaban estudiando los últimos cursos, pudieran incorporarse tanto para realizar la atención como las prácticas que necesitan. «Entendemos que sería importante continuar con esa línea, como poner medidas en ese sentido».
Respecto a los trabajadores de las residencias, Blanco explica que han puesto encima de la mesa la preocupación que en algunos casos, son ellos los «vectores de transmisión, sobre todo en aquellos centros en los que están prohibidas las visitas». Es por ello que creen necesario intensificar la prevención sobre los trabajadores, «primero pensando en ellos, en el trabajo que realizan, y en segundo lugar pensando en sus familias, y en los propios usuarios de los centros».
La financiación ha sido otro de los asuntos planteados por Castilla y León en esta mesa. Los programas llevados a cabo por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades han traído aparejados un aumento del personal, y por lo tanto, un aumento del coste en la atención de la dependencia. Por ello Blanco, entendemos que es necesario aumentar los conciertos de las plazas, aumentar lo que se paga por cada plaza. Entendemos que es necesario aumentar esa prestación vinculada que reciben los usuarios para poder pagar esos servicios de residencia».
Igual que se ha corrido para poner en marcha el ingreso mínimo vital, «entendemos que para mejorar esa atención de la dependencia, especialmente en unos momentos tan complicados como son éstos, es necesario hacerlo».