Una vez recuperada parte de la Unidad de Reanimación que se utilizó para extender la UCI, se recuperará la cirugía con ingreso. A partir de esta semana se incrementará la actividad, manejando siempre criterios de prioridad clínica, situación de los pacientes y tiempo de demora.
En cuanto a las pruebas diagnósticas, estas ya se están realizando. Se han ajustado agendas para evitar esperas en las salas y se han puesto las medidas de protección adecuadas. Siguen estudiándose puntos críticos que no pueden abrirse hasta que no esté garantizada la seguridad.
Especialmente problemáticas son las extracciones, servicio en el que habrá que implementar importantes cambios organizativos.
Consultas
Está previsto empezar la actividad ordinaria en junio, aunque no se han dejado de atender las consultas que a juicio de los clínicos no eran demorables.
El inicio de la actividad habitual exige cambios importantes, estructurales y organizativos, teniendo en cuenta las dimensiones de los espacios, para evitar la acumulación de pacientes. Hay que espaciar las citas y potenciar, en la medida que sea posible, las consultas no presenciales, por ejemplo por telemedicina.
Se limitarán los acompañamientos y se pondrá control de acceso y de temperatura en las entradas.
Todos estos cambios, y las necesarias medidas de protección, hacen que la apertura vaya siendo paulatina a lo largo del mes.