Las nuevas limitaciones de la Junta de Castilla y León afectan a la regulación del mercadillo con un control del aforo más restrictivo que hace que el Ayuntamiento tenga que implementar más herramientas de supervisión así como destinar más personal para informar en los diferentes accesos. En este sentido, se trabaja en colaboración con los propios comerciantes de los puestos ambulantes y se pide máxima responsabilidad también a los compradores y compradoras que se acerquen a las distintas zonas para primar esa distancia de seguridad ampliada y el cumplimiento de todas las medidas higiénico sanitarias.