La Junta de Castilla y León llevó a cabo en mayo de 2021 su compromiso de eliminar el Impuesto sobre Donaciones. El objetivo es establecer un sistema fiscal favorable entre familiares directos y evitar gravar bienes que ya han tributado anteriormente.
A lo largo de este año, la medida ha beneficiado a 19.856 castellanos y leoneses. Esto ha supuesto un ahorro fiscal para los contribuyentes de la Comunidad de 153,4 millones de euros entre el 9 de mayo de 2021 y el 30 de abril de 2022.
La supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones ha supuesto un beneficio medio en donaciones de 7.725 euros para los contribuyentes castellanos y leoneses. Dicha eliminación ha permitido reducir al 99 % el coste fiscal. Se trata de aquel al que se encuentran sometidas las adquisiciones de bienes y derechos por herencia o donación entre familiares directos, cónyuge, descendientes y ascendientes.
A lo largo de estos doce meses, más del 70 % de las autoliquidaciones presentadas corresponden a donaciones por un importe inferior a 50.000 euros. Por otro lado, más del 90% responde a donaciones de menos de 100.000 euros. A ello se une que la bonificación de este impuesto ha beneficiado a la mayoría de familias con rentas medias y bajas.
En este sentido, la eliminación de este impuesto ha contribuido al crecimiento económico y a la mejora del bienestar de los ciudadanos de la Comunidad. Algo que se ha logrado al eliminar la traba que el pago del impuesto pudiera suponer a la transmisión de los bienes entre familiares directos. De igual modo, se ayuda al relevo intergeneracional de empresas y negocios. También al emprendimiento, sin que el pago del impuesto sea un obstáculo para ello.
Asimismo, con esta medida se estimula la demanda interna al generar una mayor disponibilidad de rentas a los castellanos y leoneses. Asimismo, se incentiva la actividad económica y la inversión, incrementando el consumo por el aumento de la renta disponible. Del mismo modo, se favorece el crecimiento económico y la creación de empleo.
Mejora de la competitividad fiscal
Por otra parte, la bonificación del 99 % del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones de la Junta ha supuesto una mejora de la competitividad fiscal de la Comunidad. Castilla y León es la comunidad que más ha avanzado en 2021 en el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal. Este indicador permite evaluar y medir los distintos sistemas fiscales y analizar cómo está estructurado en cada comunidad autónoma. Además, permite la mejora del sistema tributario, haciéndolo más competitivo y atractivo para la actividad económica y los ciudadanos.
Así, Castilla y León ha subido siete puestos en un solo ejercicio hasta alcanzar la cuarta posición, solo por detrás de Madrid, País Vasco y Canarias. Las comunidades con un mejor índice de competitividad fiscal son las que más probabilidades tienen de atraer la actividad empresarial generando más crecimiento económico y empleo.
Generar liquidez para incentivar el consumo y la inversión
La recaudación tributaria por los impuestos que gestiona la Comunidad ascendió en 2021 a 817,54 millones de euros. Esto supone un 32,6 % más que en 2020 y un 24,3 % más que el importe presupuestado.
Se trata de la mayor cifra registrada en Castilla y León en los últimos 14 años, ya que en 2007 se alcanzó el récord con 1.047 millones de euros de recaudación.