Los ayuntamientos que conforman el sistema de depuración de aguas residuales del Cañón del Río Lobos y la Fuentona han firmado hoy un nuevo convenio de cooperación donde encomiendan a la Diputación provincial la gestión de la explotación y mantenimiento de sus depuradoras, que la institución provincial gestiona de forma indirecta y cuyo mantenimiento subvenciona al cincuenta por ciento la Junta de Castilla y León al tratarse de espacios protegidos.
Este año termina el contrato de mantenimiento, conservación y explotación de depuración de aguas residuales del Cañón del Río Lobos y de la Fuentona que está adjudicado a la empresa Aqualia, por lo que se ha vuelto hoy a firmar un convenio de cooperación por el que los ayuntamientos implicados encargan a la Diputación poder que pueda volver a sacar un contrato de adjudicación por cuatro años, más una prórroga de otros cuatro.
Concretamente los ayuntamientos que han firmado para seguir con este convenio que establece los mecanismos técnicos y económicos que permitan garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones de depuración que componen el sistema de tratamiento de aguas residuales urbanas al río lobos y de Cabrejas del Pinar , corresponden a las depuradoras ubicadas tanto en localidades de Burgos como de Soria.
Las plantas son Casarejos-Vadillo, Aldea del Pinar, Navas del Pinar, Hontoria del Pinar, La Gallega, Navaleno, Rabanera del Pinar, San Leonardo de Yagüe, Santa María de las Hoyas-Muñecas, Talveila, Ucero, Herrera de Soria y Cabrejas del Pinar.
A partir de ahora se van a elaborar los pliegos administrativos y técnicos, así como tramitar el expediente de contratación para la prestación del servicio a favor de la empresa que efectúe la oferta más ventajosa. La Diputación se compromete a realizar el seguimiento y control de los trabajaos contratados, verificando el correcto funcionamiento de las instalaciones. Diputación también se compromete a realizar la liquidación con la empresa adjudicataria.
Por su parte los ayuntamientos firmantes asumen los compromisos de vigilar y promover el correcto uso por los usuarios de la red de saneamiento, realizando el control de vertidos y en especial los de origen no doméstico. También deberán promover la eliminación de aguas parásitas y reparar las redes en estado defectuoso, así como otra serie de medidas encaminadas al buen funcionamiento de las depuradoras.