El 31 de octubre era una fecha mágica para los numantinos: finalizaba el verano, las cosechas y los guerreros volvían a casa de lejanas batallas. Se descubría qué soldados habían muerto en combate, y se rendía homenaje a los difuntos. Era la fiesta del Samaín.
Garray recupera esta tradición de fuego y misterio representando este Samaín, una fiesta gratuita a la que nos invita a asistir la alcaldesa garreña, María José Jiménez