La Institución Cameral también considera negativa el descenso de la población activa en la provincia, 1.500 personas menos que el año pasado.
La Cámara de Comercio ve preocupante el aumento del paro en Soria en el cuarto trimestre de 2022 según la Encuesta de Población Activa, que sitúa la tasa de desempleo en la provincia en el 7,87% y 3.500 parados, cuando el pasado año por estas fechas la tasa era de 6,99% y había 3.100 parados. El número de personas sin empleo ha crecido en 200 respecto al último trimestre.
A estas cifras negativas hay que sumar el descenso de la población activa en la provincia, situada en 43.900 personas, lo que supone que son 1.500 menos que el año pasado por estas fechas.
La Institución Cameral señala que los ascensos del paro que refleja la EPA vienen a corroborar el mal comportamiento del mercado laboral en la provincia en los últimos meses, con crecimientos del desempleo. “Aunque no estamos hablando de grandes cifras, la tendencia ascendente del desempleo es preocupante y habla de la grave situación por la que están pasando muchas empresas debido a los incrementos del precio de los costes energéticos y las materias primas”, señala el presidente de la Cámara, Alberto Santamaría. “Por otro lado, se da la paradoja, constatada por los servicios de empleo de la Cámara, de que hay muchas empresas que no encuentran determinados perfiles profesionales, por lo que se está dando un claro desajuste en el mercado laboral de la provincia”, añade.
La Cámara de Soria se une a la opinión de la Cámara de España, que señala que los datos confirman la ralentización del mercado laboral iniciada durante el tercer trimestre de 2022, y ello a pesar del habitual efecto positivo de la campaña navideña sobre la contratación. Así, las tensiones ocasionadas por un entorno de incertidumbre asociado al contexto económico global y nacional sobre la economía española, se traducen en una caída trimestral del empleo, aunque en términos interanuales nuestro mercado laboral consigue mantener el pulso.
Para ambas instituciones, “el tejido empresarial es el principal impulsor de la recuperación y de la generación de riqueza y de empleo, por tanto, la apuesta por nuestras empresas deber ser firme. Ante las dificultades e incertidumbres económicas presentes y futuras, es menester evitar actuaciones que repercutan negativamente en la estructura de costes empresariales, como el endurecimiento en la fiscalidad empresarial, el aumento de los costes laborales, o la aplicación cambios regulatorios de efectos onerosos. En última instancia, en tiempos difíciles, las empresas actúan como auténticos escudos sociales”.