Las subvenciones servirán para atender 15 peticiones de equipamiento científico-tecnológico: dos en la ULE, ocho en la USAL y cinco para la UVA
La Consejería de Educación tiene entre una de sus prioridades potenciar la investigación, el desarrollo tecnológica y la innovación. De hecho, se trata de uno de los objetivos de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León 2014-2020, cuya prórroga se ha aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno.
Para conseguirlo, se establecen dos líneas de trabajo: por un lado, fortalecer las instituciones de I+D y creación, consolidación y mejora de las infraestructuras científicas y tecnológicas; y, por otro, incrementar la calidad científica y el impacto socioeconómico de la actividad investigadora.
Con el objetivo de evitar duplicidades y aumentar la eficiencia del gasto público, la Junta de Castilla y León apuesta por la compra coordinada de equipamiento científico. Así, la Administración autonómica firmó un convenio con las cuatro universidades públicas para impulsar la creación de una red de equipamiento científico tecnológico compartido en Castilla y León denominada ‘Infraestructuras en Red de Castilla y León (INFRARED)’.
En este marco, la Consejería de Educación publica hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) la concesión de subvenciones destinadas a las universidades públicas. El presupuesto total de estas ayudas asciende a cuatro millones de euros e irá destinado a quince peticiones de equipamiento científico-tecnológico: dos de la Universidad de León (ULE), ocho de la Universidad de Salamanca (USAL) y cinco de la Universidad de Valladolid (UVA).
Cada una de las peticiones subvencionadas mediante esta resolución implica el desarrollo de una línea o proyecto de investigación a cargo del grupo principal de investigadores que ha propuesto el equipamiento. Estos grupos principales de investigación cuentan con el apoyo y la colaboración de diversos grupos de investigadores tanto de todas las universidades públicas de Castilla y León como del CSIC; el número total de grupos de investigación que compartirán este equipamiento es de 132. La creación y la utilización de esta red de equipamiento compartido permite racionalizar los recursos -una medida necesaria y urgente en esta situación de crisis sanitaria mundial- y potenciar las sinergias investigadoras.