Así lo ha confirmado la consejera de Sanidad de Castilla y León a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa de este lunes 25 de enero. Verónica Casado explicaba que en la industria farmacéutica se ha determinado que hay que poner dos dosis: una a los 21, la de Pfizer, y otra a los 28, en el caso de la de Moderna.
«No hemos tomados solos la decisión, si no de la mano de expertos, de epidemiólogos» afirma la consejera. Sobre esa primera dosis que se administraron irregularmente algunas personas en la comunidad, como ha sido el caso del alcalde de Matamala de Almazán, Casado explica que «algo de inmunidad se confiere, pero en la segunda dosis no vamos a cambiar a los que están en tiempo y forma», a ello ha añadido de manera más contundente afirmando que dependerá «de los casos, algunos antes por edad, y otros después. No se pondrá la segunda dosis hasta que no le corresponda a esa persona».