Entre otros trabajos, al Centro de Desarrollo de Energías Renovables le acaban de adjudicar tres proyectos del Horizonte Europa 2021-2027, participa en dos proyectos nacionales y desarrolla otros tres del Horizonte 2020.
El CEDER es un laboratorio vivo de experiencias piloto en torno a la bioeconomía y a la integración de tecnologías de energías renovables en redes distribuidas.
La nueva Ley de la Ciencia permitirá, según Latorre, “poder mejorar la situación laboral de nuestros científicos y aumentar las plantillas de trabajadores de este ámbito que desplieguen su talento en centros públicos de investigación”.
El subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, ha destacado esta mañana en Soria que el CEDER-CIEMAT se encuentra inmerso en “una evolución que lo constituye como un laboratorio vivo. Un living-lab, de experiencias piloto en torno a la bioeconomía y a la integración de tecnologías de energías renovables, incluido el almacenamiento, en redes distribuidas”.
Para el subdelegado, el CEDER de Lubia “tiene pasado, tiene presente pero tiene, sobre todo, un excelente futuro, por la importancia de los proyectos que ya desarrolla y los que acaba de conseguir”.
Y es que el Centro de Desarrollo de Energías Renovables lidera o participa en tres proyectos europeos del Horizonte 2020, y en otros tres correspondientes ya al programa Horizon Europe, que han sido concedidos en el último mes, y que, según Latorre, “aseguran una continuidad en el tiempo de la investigación que se desarrolla en el CEDER”.
En el ámbito nacional, este centro del Gobierno de España, participa así mismo en dos proyectos. Uno de ellos se estrenó recientemente, la semana pasada. Está relacionado con la bioeconomía como incentivo a los problemas de despoblación.
Jornada de puertas abiertas
Así lo ha explicado en el transcurso de unas jornadas de puertas abiertas que se han vuelto a celebrar después del parón de dos años provocado por la pandemia y que ha llevado hasta este centro ubicado en la localidad soriana de Lubia a una treintena de personas. Ha actuado como anfitriona la directora del CEDER-CIEMAT, Raquel Ramos.
Según ha dicho el representante del Gobierno de España en Soria, “cuando los centros de la administración reciben a la ciudadanía en jornadas como esta tenemos muy presentes los principios del Gobierno Abierto, cuales son transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, integridad pública y colaboración”.
El CEDER-CIEMAT, del Ministerio de Ciencia e Innovación, “hace muchas cosas y muy importantes. Las energías renovables son imprescindibles para poner coto al cambio climático, algo que ya es un hecho como estamos comprobando por desgracia en Castilla y León con los pavorosos incendios que estamos sufriendo este verano”, ha remarcado Latorre.
Para el subdelegado, “el desafío que tenemos por delante es enorme y urgente. Porque el cambio climático es letal y ya está aquí, por mucho que los negacionistas de esto, y de todo lo que signifique mirar hacia adelante con perspectiva de progreso, quieran que lo ignoremos”.
El Centro de Desarrollo de Energías Renovables, que ocupa 650 hectáreas de terreno a 15 kilómetros de Soria capital, pertenece al Gobierno de España a través del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) que es un organismo público de investigación (OPI).
Cumplió 35 años hace unos días, en junio, puesto que comenzó su andadura en 1987, y es un centro pionero en España en aprovechamiento energético de la biomasa. Pero también es un referente en eficiencia energética en la edificación e igualmente, en energía minieólica.
En el centro trabajan más de 50 personas de las cuales el 20% son doctores o doctoras, el 30% son personal técnico de investigación y el 50% restante es personal ayudante y auxiliar. Está, además, cerca de la paridad puesto que el 58% son hombres y el 42% son mujeres. De las 650 hectáreas que ocupa, 300 son de superficie arbolada y cuenta con 13.000 metros cuadrados de instalaciones construidas.
Durante dos horas y media, los asistentes han recorrido las instalaciones de las unidades de Biomasa y Procesos de Conversión Térmica, que realizan actividades de investigación aplicada relacionadas con la biomasa y los residuos sólidos. Después, la visita ha continuado por el área de energía eólica y el laboratorio de ensayos de componentes de aerogeneradores de pequeña potencia.
El CEDER-CIEMAT dispone de una red eléctrica que presenta características muy interesantes de generación distribuida a partir de diferentes fuentes renovables y con algunos sistemas de almacenamiento de energía integrados. Sobre esa microrred, se desarrolla una infraestructura de medida y control con capacidades avanzadas de gestión, cuyo funcionamiento también ha sido explicado y mostrado.
Proyectos de futuro
El subdelegado del Gobierno ha hablado del futuro del CEDER de Lubia “porque este centro se ha ido adaptando a la investigación que precisa la sociedad actual. La implantación de las energías renovables es una realidad, que demanda aún desarrollo para alcanzar la transición energética que nos pide la Unión Europea. Esta petición no es otra que la descarbonización en 2050”.
Desde los primeros estudios que se iniciaron en el CEDER en los años ochenta, centrados en la biomasa, considerada entonces como una fuente de energía novedosa, las líneas de investigación del centro han evolucionado hacia la bioeconomía circular, que contempla la reutilización prioritaria de los residuos biogénicos para todo tipo de usos, incluido el energético.
Por otra parte, energías renovables como la eólica y la solar, con gran implantación en el mercado, precisan todavía de ensayos para su integración fehaciente en las redes del futuro.
Horizonte Europa
Con respecto a los últimos proyectos concedidos al CEDER de Lubia, dentro del Programa Marco de Investigación e Innovación, Horizonte Europa, de 2021 a 2027, Raquel Ramos, la directora del CEDER-CIEMAT, ha explicado que se trata de tres proyectos recién concedidos, uno en el ámbito de los cultivos industriales, alternativos a los tradicionales, adaptados a terrenos con índices de marginalidad, y como fuente de biomasa para diferentes usos y obtención de productos de alto valor añadido. Los otros dos se refieren a la demostración del uso de tecnologías de almacenamiento de energía eléctrica, en redes con fuentes de energías renovables no gestionables como la energía eólica y la energía fotovoltaica.
Proyectos de ámbito nacional
Ramos se ha referido también al proyecto de ámbito nacional más recientes en el que está implicado el CEDER de Lubia. Es el de la bioeconomía como incentivo a los problemas de despoblación ha manifestado que “exploramos alternativas de negocio en territorios como el nuestro unidos a la bioeconomía en el recién estrenado proyecto BIOVALOR. El objetivo general de BIOVALOR es impulsar la bioeconomía circular frente al reto demográfico a través del desarrollo de nuevas cadenas de valor en torno a una gestión forestal sostenible y al cultivo de especies aromáticas autóctonas en tierras marginales, para la producción de aceites esenciales y otros bioproductos de alto valor añadido, tomando como área de estudio y actuación una de las zonas más despobladas de España comprendida entre las provincias de Soria, Guadalajara, Cuenca, Teruel y Zaragoza. Es un proyecto de la convocatoria grandes proyectos transformadores de índole científico-técnica para la promoción de la bioeconomía y la contribución a la transición ecológica, en el que participan tres entidades con sede en la provincia de Soria, CEDER-CIEMAT, CESEFOR y ASFOSO, además del CITA de Aragón y UPA.
Horizonte 2020
Además, se siguen desarrollando tres proyectos del Horizonte 2020, predecesor del Horizon Europe. Se trata de los proyectos Dry4Gas, Beonnat, y Tigon, ya conocidos y presentados en ocasiones anteriores.
LIFE DRY4GAS, coordinado por CEDER-CIEMAT es un proyecto demostrativo que propone una solución tecnológica y ambientalmente sostenible para la gestión y reutilización de los lodos generados en una EDAR. En el marco del proyecto se está desarrollando un prototipo integrado por un secadero solar, una planta de gasificación, un quemador de gas y un Ciclo Orgánico Rankine (ORC), como proceso de valorización energética con una producción eléctrica de 120 MWh/año.
El proyecto BeonNAT, coordinado por CEDER-CIEMAT, tiene como objetivo desarrollar productos innovadores a partir de biomasa vegetal infrautilizada, apta como materia prima para industrias de base biológica (arbustos, árboles y otras especies leñosas). El proyecto abarca tanto el cultivo y la recolección de las especies seleccionadas, como la extracción de aceites esenciales, la fabricación de papel, carbón vegetal y la producción de carbono activo, hasta ocho bioproductos.
TIGON, tiene por objeto lograr el despliegue y la integración sin obstáculos de estructuras de redes inteligentes en corriente continua dentro del sistema energético actual, al tiempo que proporciona servicios auxiliares a la red principal. Estas soluciones se presentarán en dos demostradores y uno de ellos es la red inteligente ubicada en el CEDER-CIEMAT.
Ley de Ciencia
Para poder llevar a cabo todos estos proyectos, es necesario contar con personal. Actualmente, los organismos públicos de investigación se hallan inmersos en un proceso de consolidación del personal, premisa previa para poder incrementar las plantillas con la incorporación de nuevos investigadores en el futuro más próximo.
La aprobación de la nueva Ley de la Ciencia (actualmente en el parlamento) permite sentar nuevas bases de contratación estables y atractivas para el sistema de Ciencia español. “Nos va a permitir -ha destacado Latorre- poder mejorar la situación laboral de nuestros científicos y aumentar las plantillas de trabajadores de este ámbito que desplieguen su talento en centros públicos de investigación”.
La reforma de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación fue aprobada esta semana por el Senado y tiene que seguir ahora su tramitación parlamentaria en el Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva, debido a la incorporación de una enmienda en la Cámara Baja.
Esta norma supone un gran avance en el sistema de ciencia e innovación español ya que otorga más recursos, derechos, oportunidades y estabilidad al personal del sistema público de ciencia e innovación de nuestro país, especialmente a las personas jóvenes.
Asimismo, la norma garantiza una financiación pública de la I+D estable y creciente con el objetivo de que alcance el 1,25% del PIB en 2030 (y el 3% junto a la inversión privada), de conformidad con el Pacto de la Ciencia y la Innovación.
Para Latorre, la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación no solo mejora la carrera científica y técnica en el ámbito de la I+D+I, sino que incluye medidas para estimular la atracción de talento y la movilidad profesional, permite aumentar el reconocimiento al personal dedicado a la investigación, reduce la carga administrativa y fomenta la transferencia de conocimiento e introduce medidas para lograr la igualdad de género en la ciencia.